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Se vuelven taxistas el terror del turismo en Quintana Roo

Se vuelven taxistas el terror del turismo en Quintana Roo

Se vuelven taxistas el terror del turismo en Quintana Roo

Denuncias y quejas de robo, extorsión, golpes, amenazas y narcomenudeo. Los sindicatos de taxis de Quintana Roo parecen haber secuestrado el paraíso.

La mafia de los sindicatos de taxistas de Quintana Roo y ruleteros concesionados se han convertido en el terror de turistas nacionales e internacionales. Son una especie de piratas del asfalto, que vienen sembrado el terror que desde hace varios años –una década al menos– existe en Cancún y Playa del Carmen

Los taxistas del Sindicato de Taxistas “Andrés Quintana Roo” (Cancún), los del Sindicato de Taxistas “Lázaro Cárdenas del Río” (Playa del Carmen), los del Sindicato de Taxistas de Puerto Morelos “César Martín Moreno” y taxistas con concesiones federales del Aeropuerto Internacional de Cancún son quienes “con amparos federales en mano” recurren a abusos, arbitrariedades y robos.

Además, de sembrar el terror por la violencia que se podría generar, también son causantes de la mayortía de accidentes que ocurren en Cancún: Durante el 2023, el municipio de Benito Juárez informa que se reportaron 743 accidentes de tránsito, y de acuerdo al reporte de hechos de tránsito verificados por el departamento de peritos de tránsito municipal, 455 fueron taxista los involucrados.

Durante 2024, la cifra de accidentes de tránsito fue de 362, de los cuales en 232 tuvo la participación de al menos un taxi.

Los piratas

 

Además de un grupo de taxistas pirata, que en realidad son un grupo de estafadores que se hacen pasar por empleados de hoteles ‘all inclusive’ y resorts de lujo que cobran cifras estratosféricas por su servicio: 200 a 300 dólares o tres mil o cinco mil pesos mexicanos, los cuales dicen que recuperará el turista en la recepción del hotel que eligió, pero que al final resulta un fraude y nadie se hace responsable de esa devolución.

El volado de tener unas vacaciones mágicas, o de arruinarlas, muchas veces depende del taxista que te toque al volante. Lo hemos visto en las redes sociales: taxistas que agarran a golpes a choferes de Uber en las afueras de los ‘all inclusive’; vehículos de aplicación atacados con tubos y bates de beisbol en las afueras del aeropuerto; choferes “cerrándose” a estos Ubers y exigiendo a “mentadas de madre” que bajen a sus pasajeros porque al aeropuerto sólo entran ellos. Es de ellos. La anarquía en la movilidad y el transporte es la constante en este paradisíaco destino.

Los casos más extremos ocurrieron en noviembre pasado. El cateo a las oficinas del Sindicato de Taxistas “Andrés Quintana Roo”, donde la Fiscalía y la Secretaría de Seguridad encontraron un cuarto de tortura e indicios –según un comunicado oficial– de que ahí se perpetraron al menos tres homicidios, lo que desencadenó la detención de tres directivos de la organización gremial y pleitos por cuotas de poder. Pero de esto, cuento más adelante.

Cancún se encuentra en el lugar 13 de las ciudades más peligrosas de acuerdo con un reporte de la organización World Population Review, de la ONU. La niña de los ojos turquesa –cómo solía decir, el exsecretario de Turismo, Enrique de la Madrid– aparece al lado de las brasileñas Belém y Feira de Santana. Tijuana y Acapulco ocupan el primer y segundo lugar, y Culiacán –por increíble que parezca– aparece en el lugar 16.

Empresarios hoteleros comentan que la mala imagen se debe en parte a que más de la mitad de los homicidios de Quintana Roo en 2024 (714) ocurrieron en Cancún (351), pero también abonan a esta mala percepción el narcomenudeo. Los taxistas llevan su “granito de arena”.

En respuesta, el gobierno estatal ha dado un par de ruedas de prensa para anunciar que nadie está por encima de la ley. Incluso, a principios de marzo, comenzaron a construirse nuevos cubículos de taxis en la Terminal 2 y 4 del Aeropuerto Internacional de Cancún, para dejarle en claro al turista, cuales son los taxistas autorizados. Sin embargo, los estafadores continúan al interior del aeropuerto con total permisividad de la autoridad.

En agosto de 2024, los taxis de aplicación obtuvieron un amparo para poder bajar y subir pasaje en cualquier terminal del aeropuerto de Cancún; sin embargo, los sindicatos y los concesionarios federales únicamente les permiten dejar pasaje, no subir. Quienes se han desafiado a intentar subir turistas han sido golpeados o han visto dañadas sus unidades.

Taxistas y ruleteros de Cancún, ¿iInfractores de la ley?

Daniel Enrique ronda los 22 años, por las mañanas hace el servicio social en la Fiscalía General del Estado y por la tarde se emplea como chofer de un Mazda que funciona como Uber, en lo que elabora su tesis y se recibe de abogado.

El tráfico insoportable de un viernes de quincena nos obliga a convivir por más de una hora atorados en la avenida Tulum. Una larguísima avenida que atraviesa todo el municipio de Benito Juárez, pero que no tiene vista al mar. Daniel me platica que los comunicados que emite la Fiscalía sobre la detención de taxistas golpeadores de turistas y choferes de aplicación “son pocos” en comparación con la realidad que se vive día a día.

El Sindicato de Taxistas “Andrés Quintana Roo” fundado en 1978 administra a casi 20 mil unidades del municipio de Benito Juárez (nombre constitucional de Cancún), desde su existencia, su directiva tiene control político, ha apoyado a políticos del PRD, PRI y Morena para “ayudarlos” a ganar procesos electorales; a cambio, pide “cuotas” de regidurías e incluso diputaciones locales a sus agremiados. Lo mismo pasa con los Sindicatos de Playa del Carmen (municipio de Solidaridad) y Tulum.

“El año pasado tuvimos varías denuncias por violación a manos de taxistas. Sí, todas del sindicato ‘Andrés Quintana Roo’. Más de cinco, son cabrones que están a la caza en la zona hotelera, en las discotecas o en los bares del centro; de chavas que se quedan dormidas o vienen muy tomadas, es Cancún […]. No se vale el actuar de los taxistas”.

Daniel señala que taxistas extorsionan a turistas, les roban celulares, cámaras a los extranjeros, de mínimo el cobro excesivo: “Saben que la probabilidad de ser denunciados es mínima”. El abuso de todos los días es a los borrachos extranjeros y mexicanos, a quienes les cobran tarifas exorbitantes por llevarlos a su hotel. Dice Daniel que la amenaza de llamar a la policía siempre surte un efecto positivo para la extorsión.

“Les vale madre. En sus ratos de ocio, se ríen en los sitios de taxis al reconocerse en los videos que se suben a TikTok y Facebook: “Mira a este pelana ya lo quemaron en el feis”.

Nexos de taxistas agresores con el narcomenudeo

De acuerdo con la Fiscalía General del Estado, en 2024, diez taxistas de Cancún, Playa del Carmen y Puerto Morelos obtuvieron la prisión preventiva oficiosa por golpear turistas, por amedrentar o golpear salvajemente una unidad de Uber y golpear a su conductor.

El caso más elocuente fue el de tres integrantes del Sindicato de Taxistas “Cesar Martin Rosado”, de Puerto Morelos, un sindicato con menos de una década de creación. Pues hasta 2015, Puerto Morelos era una comunidad perteneciente a Benito Juárez (Cancún). Los taxistas intimidan a un turista de Estados Unidos a que cancele el viaje de Uber que solicitó porque “es ilegal”. Más aún, lo amenazan con que sí insiste en tomar otro coche de aplicación será “detenido por la policía”. En ese mismo nivel de amedrentamiento le exigen al conductor que cancele el viaje y que ni aparezca por ahí.

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El chofer de Uber apenas alcanza a decir: “Que el cliente me cancele el viaje… ya gasté gasolina a lo pendejo”. Los tres taxistas rodean al turista de forma intimidante, éste desconcertado lanza improperios en inglés y se retira caminando sin rumbo.

Dicho video, viralizado en una decena de medios de comunicación, tuvo que movilizar en diciembre pasado a la gobernadora, Mara Lezama Espinosa, a dar una rueda de prensa en donde anunció que los tres taxistas de Puerto Morelos habían sido detenidos y que el Instituto de Movilidad habría de retirarles “de por vida” la licencia de manejo, para que nunca más volvieran a manejar un taxi, dijo, dentro de Quintana Roo. Los tres taxistas fueron vinculados a prisión preventiva por dos años, continúan con el juicio, peor aún, les cayeron sendas denuncias por narcomenudeo.

“Es un delito lo que están haciendo, le están pegando a la gallina de los huevos de oro. En la medida que amedrentes a un turista y este vaya y lo diga en su lugar de origen… afectas a una camarista, afectas a un jardinero de hotel, afectas a un cocinero, afectas a los artesanos que hacen hamacas y obras de arte en tallado de madera”, expuso la gobernadora Mara Lezama.

El discurso emotivo y álgido de la gobernadora contrasta con las acciones del Instituto de Movilidad. Estos hicieron un “acuerdo verbal” con el Sindicato de Taxistas de Andrés Quintana Roo para “acosar” a choferes de Uber, según taxistas de aplicación. Los taxistas blancos con franjas verdes y número económico –distintivos de la organización gremial– pueden llevar a sus pasajeros en el asiento de atrás; los de Uber no.

“Pásate al asiento de adelante. Ayúdame a evitar una multa, evitémonos que nos paren los de Movilidad”, suelen pedir los conductores de Uber.

Acoso aeroportuario por parte de taxistas concesionados

El Aeropuerto Internacional de Cancún administrado por Grupo Aeropuerto del Sureste (ASUR) recibe 500 vuelos por día, 40 vienen de Europa y más de 100 de Estados Unidos; el resto provienen de América del Sur y puntos nacionales. En la Terminal 1 llega puro vuelo privado, de élite empresarial y políticos, quienes difícilmente ocuparan un taxi. Sin embargo, las Terminales 2, 3 y 4 son sucursales del acoso por parte de taxistas concesionados por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SCT).

“¿Taxi privado?”, “taxi seguro a la puerta de su hotel”, “no hay corridas de ADO”, “los autobuses van llenos”, “le damos el mejor precio de la Riviera Maya” son frases recurrentes de los vendedores de transporte, cargadas de mentiras. Aquí las quejas son constantes, una familia entera que va de Cancún a un resort en Puerto Morelos, un trayecto de 20 kilómetros, tendrá que pagar entre dos mil y tres mil pesos si no contrató “transportación” con el hotel.

Del aeropuerto hasta Tulum –128 kilómetros–, esa cantidad habrá de duplicarse o triplicarse, por lo que la mejor opción siempre será “contratar” con mucha antelación el transporte, rentar un carro o ir haciendo escala en autobuses de pasajeros.

En la Terminal 2 y 4 opera una red de estafadores que se hacen pasar por concesionarios de resorts, que ofrecen llevar a los turistas en taxi privado, de acuerdo con varios casos reportados en redes sociales (sobre todo, TikTok). El ‘modus operandi’ es básico y por demás absurdo, sin embargo, sorprenden a decenas de turistas. Suelen decir que el ‘shuttle’ –transportación oficial del hotel– se descompuso y que el huésped tendrá que pagar una “garantía” de traslado de 200 dólares en un taxi particular. Incluso fingen hablar desde su teléfono a la recepción del hotel donde el cliente reservó, les pasan con una supuesta recepcionista (cómplice de la estafa) y les dicen que al llegar al hotel les harán un vale de devolución.

Por este sin número de casos y de amparos que tienen varias concesionarias de transportación en el aeropuerto ya el gobierno tiene conocimiento y tuvo que montar una “mesa especial” en enero pasado con representantes de ASUR, la Secretaría de la Defensa Nacional, SCT y Secretaría de Seguridad Pública para tomar cartas en el asunto.


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