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Hija de empresario de Quintana Roo defrauda a clientes de la empresa de su padre.

Hija de empresario de Quintana Roo defrauda a clientes de la empresa de su padre.

Hija de empresario de Quintana Roo defrauda a clientes de la empresa de su padre.

El presidente de la compañía Cultura Energética de Quintana Roo SA de CV, Ingeniero Valdemar Aguado Rubio, con autorización para realizar el servicio de Dictaminación y Mantenimiento de Instalaciones Eléctricas a 300 empresas en la entidad, dio a conocer qué derivado de un caso por despojo, su hija Fátima Alicia Aguado Cano y Arnulfo David Cervantes, se encuentran realizando certificaciones de manera indebida a algunos de sus clientes de diversos giros comerciales utilizando de manera ilegal su nombre y firma.

Ante esta situación, de ilegalidades, como robo de identidad y usurpando algo que no les corresponde por ley, el Ingeniero Valdemar rompe literalmente con su empresa e hija Fátima Alicia Aguado Cano y Arnulfo David Cervantes, quienes lo despojaron de su negocio y vivienda.

Ingeniero Valdemar rompe literalmente con su empresa e hija Fátima Alicia Aguado Cano

Cabe destacar que el afectado ya interpuso la demanda correspondiente ante la Fiscalía del Estado, como consta en el expediente FGE/QROO/CAN/UAT/13721/2024, por los delitos FALSIFICACIÓN DE DOCUMENTOS Y USO DE DOCUMENTOS FALSOS.

En conferencia de prensa, explicó que luego del fallecimiento de su esposa a quien cedió parte de sus acciones, esta dejó a sus dos hijos como herederos sin que se estipulará que solo podrían tomar posesión una vez fallecido ingeniero recalcando así que a notaria en donde se realizó dicho documento no propuso ni expuso la importancia del usufructo vitalicio.

Lo ocurrido, según el denunciante provocó que ambos se apropiaran por completo de la empresa, activos en efectivo y hasta de su nombre y firma para efectos de operación de la empresa, dejándolo prácticamente en la calle y únicamente con acceso al mantenimiento de la tumba familiar para que realice el mantenimiento.

Hasta el momento, al propietario, de 75 años de edad, no se le permite ingresar a las instalaciones de la compañía ni siquiera a su propia vivienda.

Valdemar Aguado Rubio pidió a sus clientes, evitar hacer tratos con su hija Fátima Alicia Aguado Cano,

Ante los medios de comunicación, pidió a personas de la tercera edad que su situación sirva de ejemplo para evitar que padres de familia hagan lo posible por evitar que sus propios hijos se sigan aprovechando de este tipo de circunstancias, en las que ante notario público no queda estipulado el candado que impide que en vida los descendientes puedan realizar este tipo de acciones, dejando en el aire a su propio padre.

“Las consecuencias pueden ser desastrosas para las empresas involucradas, por eso la importancia de esta alerta”.

Por otro lado, Valdemar Aguado Rubio pidió a sus clientes, evitar hacer tratos con su hija Fátima Alicia Aguado Cano, ya que no se encuentra calificada ni con la autorización para brindar las certificaciones en el Renglón 7 en los municipios de Isla Mujeres, Benito Juárez, Puerto Morelos, Solidaridad, Cozumel, Tulum y Lázaro Cárdenas.

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Cabe mencionar, también, que 7 sus clientes de la empresa Cultura Energética de QROO ubicados en las entidades mencionadas con anterioridad y de diversos giros comerciales, están utilizando: 13


Por último, se informó que, para continuar prestando el servicio en los lugares mencionados, y en lo que se resuelve el litigio familiar, el ingeniero Valdemar Aguado Rubio, fundó la empresa AVE FÉNIX DE CULTURA DE QUINTANA ROO que se encuentra en los trámites de registro correspondiente.

Riesgos de no contar con una certificación de energía eléctrica por profesionales autorizados

La falta de conocimiento sobre calidad de la energía y mantenimiento eléctrico correctivo industrial puede causar grandes problemas a una empresa.

Incapacidad para identificar y abordar problemas eléctricos, lo que traerá como consecuencia riesgo de daños graves en tus equipos y sistemas eléctricos.

Tiempos de inactividad prolongados debido a problemas técnicos no resueltos. Esto deriva en pérdida de producción e impactos en la rentabilidad. Aumento del riesgo de accidentes eléctricos, por no saber identificarlos y atenderlos oportunamente. Poniendo en peligro la seguridad y bienestar del personal involucrado en operaciones eléctricas.


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