“México Canta” celebra nuevas voces y consolida un puente cultural binacional

El Teatro de la Ciudad Esperanza Iris se convirtió este domingo en el epicentro de un movimiento musical y social que busca transformar las narrativas en torno a las juventudes mexicanas y mexicoestadounidenses. Con la Gran Final de “México Canta por la paz y contra las adicciones”, la primera edición del certamen culminó premiando a nuevas voces que buscan construir desde la música una cultura de paz, identidad y esperanza.
El gran ganador de la noche fue Sergio Maya, joven mariachi de 21 años originario de Tula, Hidalgo, quien se llevó el reconocimiento a Mejor Intérprete con su tema Quiero soñar. Con más de 122 mil votos del público, recibió el premio de manos de Majo Aguilar, que además engalanó el escenario con la interpretación de Quiero un amor y el clásico Así fue, de Juan Gabriel.
Por su parte, Carmen María González, originaria de Tijuana, obtuvo el galardón a Mejor Composición con la canción Tanto para nada. La entrega estuvo a cargo de las compositoras América Sierra y Mónica Vélez, en una velada que buscó visibilizar el trabajo de las creadoras dentro de la industria musical. Mientras tanto, el Premio de los Especialistas fue para Galia Siurob, también tijuanense y la más joven finalista, con 19 años, gracias a su interpretación de De menos a menos.
Un concurso con sentido social
La iniciativa, organizada por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Consejo Mexicano de la Música (CMM), forma parte de la Estrategia de Atención a las Causas que impulsa el gobierno federal para contrarrestar la violencia y las adicciones a través de la cultura.
Durante ocho semanas, los finalistas convivieron con artistas consagrados como Lila Downs, La Arrolladora Banda El Limón, Vivir Quintana, Camila Fernández y La Sonora Santanera, quienes fungieron como guías y referentes de una carrera que apenas comienza. La banda Intocable, pieza clave en el acompañamiento, estrenó en vivo el tema Estamos todos, escrito especialmente para el certamen, y compartió con los concursantes un mensaje de aliento: “Nadie es mejor que nadie, simplemente eres tan bueno como tu sueño y sigue luchando por ello”, dijo Ricky Muñoz, su vocalista.
Participación histórica
El interés del público también marcó un precedente: se registraron 222 mil 955 votos en la plataforma oficial, una cifra que refleja la capacidad del certamen para conectar con audiencias tanto en México como en Estados Unidos. Los semifinalistas representaron regiones de ambos países, interpretando géneros como mariachi, ranchera, balada, pop y rap, con letras que exaltaron el amor, las raíces y la identidad popular.
En la final participaron Carolina Imperial, William Zepeda, Asália y Norma, Galia Siurob, Carmen María González y Sergio Maya, además de Roger Gregorio, Mike León, Brian Sebastián Muñoz y Lolita, rescatados por el CMM.
Un proyecto que apenas comienza
“México Canta” celebra nuevas voces y consolida un puente cultural binacional
En conferencia de prensa, Claudia Curiel de Icaza, secretaria de Cultura, anunció que los finalistas emprenderán una gira binacional para acercar el talento juvenil a más comunidades. “Este es un proyecto único que hermanó a jóvenes mexicanos y estadounidenses. Fue posible gracias a un equipo de producción que puso todo el corazón, y a la participación del Consejo Mexicano de la Música y Canal 22, que apostaron por una narrativa distinta en la música popular”, aseguró.
Los ganadores coincidieron en que el certamen marca el inicio de una nueva generación artística. “En México no es necesario hacer apología del delito ni de la violencia; con amor podemos cantarle a la esperanza y al país que queremos construir”, expresó Sergio Maya.
Galia, visiblemente emocionada, recalcó que el certamen es un “sueño colectivo”: “Nunca imaginé estar aquí, rodeada de tanto talento. Escuchar estas voces y perspectivas me hace crecer como persona y como artista”.
Finalmente, Carmen María confió en que el concurso se consolide como tradición: “Estoy honrada de estar aquí. Que este sea el primero de muchos, porque necesitamos más espacios como este”.
Con esta primera edición, México Canta no solo consagró a jóvenes intérpretes y compositores, sino que abrió un camino para que la música sea también un instrumento de paz y transformación social en ambos lados de la frontera.