CDMX refuerza su liderazgo regional con Marcha del Orgullo LGBTTTIQ+ y operativo sin incidentes


La Ciudad de México se consolidó este fin de semana como uno de los principales referentes de la visibilidad y defensa de los derechos LGBTTTIQ+ en América Latina, al reunir a más de 800 mil personas en la 47 edición de la Marcha del Orgullo, una de las más concurridas y diversas de la región.
Bajo el lema “Libertad, justicia y dignidad: ¡Alto a los crímenes de odio!”, la movilización avanzó sin incidentes mayores desde el Ángel de la Independencia hasta el Zócalo capitalino, gracias a un amplio dispositivo de seguridad y protección civil implementado por el Gobierno de la Ciudad de México. Autoridades locales destacaron que se desplegaron cientos de elementos de seguridad, brigadas médicas, puntos de hidratación y módulos de atención inmediata para garantizar que las familias, colectivos y visitantes pudieran disfrutar de la jornada de forma segura.
La organización de la marcha, reconocida como una de las más importantes de América Latina, se distinguió por su coordinación entre autoridades, sociedad civil y voluntarios. Salvo la quema simbólica de fotografías frente al Senado por un pequeño grupo de manifestantes, no se registraron actos de violencia ni altercados graves, lo que permitió mantener un ambiente festivo y de denuncia pacífica.
CDMX refuerza su liderazgo regional con Marcha del Orgullo LGBTTTIQ+ y operativo sin incidentes
Colectivos y activistas enfatizaron la importancia de mantener el carácter reivindicativo de la marcha para exigir la erradicación de los crímenes de odio, así como el acceso real y sin discriminación a derechos fundamentales como salud, educación y empleo. Al mismo tiempo, destacaron que la CDMX continúa enviando un mensaje claro de apertura y respeto, posicionándose como un destino seguro y solidario para la comunidad LGBTTTIQ+.
La multitudinaria asistencia y la ausencia de incidentes mayores refuerzan el papel de la capital como ejemplo de convivencia y organización de manifestaciones masivas. Para muchos participantes, este respaldo institucional se traduce en una muestra tangible de que la defensa de los derechos humanos puede ir de la mano de políticas públicas responsables y de la construcción de ciudades más inclusivas.