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Un ecosistema en una botella, un experimento de varias décadas

Un ecosistema en una botella, un experimento de varias décadas

Un ecosistema en una botella

Nuestro planeta es algo maravilloso que, aunque creemos saber todo sobre él, siempre nos recuerda que aún hay secretos por descifrar. Por dar un ejemplo tenemos el caso que cuando creíamos conocer todos los biomas, se descubrió un ecosistema totalmente nuevo. Tocando esté tema hoy hablaremos de una noticia que trascendió el tiempo por lo curiosos del caso eso sumado al tiempo que lleva. Un hombre se planteó la pregunta sí podría crear un ecosistema dentro una botella, por lo que empezó a investigar.

Es el caso de David Latimer, un jardinero británico quien fue el primero en crear todo un ecosistema autónomo dentro de una botella.

Un ecosistema en una botella
Imagen ilustrativa.

Un hombre creó un ecosistema dentro de una botella.

Latimer era un gran fanático de la botánica y de las plantas, por lo que en 1960 empezó a estudiar e investigar cómo se comportaban las plantas en espacio cerrado. Fue entonces que decidió meter varias plantas en una botella de vidrio, durante años él estuvo manipulando el interior manualmente. Les echaba agua, nutrientes, compostas caseras, pero en 1972 decidió ir más allá y cerró herméticamente el contenedor.

Tanto él como la gente que seguía el experimento creían que las plantas morirían por falta de agua, pero el resultado fue sorprendente. Resulta que empezaron un proceso de “auto abastecimiento”, obtenían nutrientes de las bacterias que se reproducían en la tierra, el agua la sacaban de la condensación del aire por la humedad y recibían luz solar de forma directa.

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Un ecosistema en una botella.

Todo esto no solo hizo que las plantas estuvieran vivas, también permitió que se siguiera el ciclo de la vida y crecieron nuevas, incluso se desarrollaron algunos pequeños bichos que habitan la tierra. Desde 1972 que se cerró la botella, hasta la fecha, nunca se ha vuelto a abrir y el ecosistema siguió su ciclo natural, preservando la vida. Actualmente la botella se encuentra en a casa de la familia Latimer, Inglaterra, la cual se volvió una especia de museo por esté inusual ecosistema “casero”. En está misma ubicación se encuentran unas placas informativas que hablan sobre el experimento, así como de la vida de David Latimer


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