Ucrania habla de lo ocurrido en Estambul con relación a Rusia


La Chispa trae noticias impactantes mientras Ucrania habla de lo ocurrido en Estambul, denunciando lo que considera una maniobra rusa para evitar nuevas sanciones. El ministro de Exteriores de Ucrania, Andrí Sibiga, fue contundente: “Putin utilizó la reunión de Estambul con fines propagandísticos”. Las acusaciones ponen en duda la autenticidad de las negociaciones que se llevaron a cabo en Turquía el 17 de mayo de 2025.
Sibiga explicó que Rusia, lejos de buscar un cese al fuego, buscó ganar tiempo. Según el diplomático, el Kremlin intentó simular un esfuerzo diplomático ante la comunidad internacional.
Rusia usó Estambul como escenario de manipulación
Durante la reunión en la ciudad turca, los puntos de vista entre Kiev y Moscú se mantuvieron muy distantes. Aunque se anunció un intercambio de prisioneros, el objetivo principal de Ucrania —el cese de hostilidades— no fue alcanzado.

Ucrania habla de lo ocurrido en Estambul y cuestiona intenciones rusas
Sibiga fue enfático en su mensaje en la red social X. Acusó a Putin de instrumentalizar el diálogo de Estambul para obtener beneficios geopolíticos. “Desde la perspectiva rusa, Putin utilizó Estambul para ganar tiempo y frenar las sanciones”, señaló.
Este evento también fue interpretado por analistas como una táctica del Kremlin para reforzar su narrativa interna, presentándose como abierto al diálogo mientras continúa la agresión.
Reacciones internacionales y el futuro del conflicto
Las reacciones no se hicieron esperar. Diplomáticos de Occidente advirtieron que las acciones de Rusia no son consistentes con una voluntad genuina de paz. Se teme que esta táctica se repita en futuras cumbres.
Además de los cuestionamientos de Ucrania, otras naciones calificaron el encuentro como una oportunidad desperdiciada. Se destacó que la falta de avances podría endurecer las sanciones.
¿Qué sigue tras Estambul?
Ucrania sigue firme en su exigencia de un alto al fuego inmediato y genuino. Ucrania habla de lo ocurrido en Estambul no solo como un balance diplomático, sino como una alerta al mundo sobre las intenciones reales de Rusia.