Trump en Escocia: se muestra jugando al golf mientras surgen nuevas preguntas sobre Epstein
Donald Trump, presidente de Estados Unidos, fue captado por las cámaras mientras jugaba golf en su campo privado en Turnberry. La escena parecería cotidiana, pero no lo es: su visita ha generado revuelo por el momento político y judicial que enfrenta. La aparición de Trump en Escocia no es solo una postal turística, sino una acción cuidadosamente orquestada mientras se reavivan viejas y explosivas acusaciones ligadas al caso de Jeffrey Epstein.
¿Qué hace Trump en Escocia mientras enfrenta polémicas?
Trump llegó el viernes a Glasgow y, según testigos, fue recibido por cientos de curiosos atraídos por el aterrizaje del Air Force One. Su paso por el país incluye visitas a sus dos propiedades: Turnberry y la cercana a Aberdeen. La prensa fue excluida de sus actividades públicas, pero sí se confirmó que jugó golf con su hijo Eric Trump, el embajador Warren Stephens y otros aliados cercanos.
Su presencia en Escocia no es casual. Altas fuentes de la Casa Blanca dijeron que el viaje busca alejarlo del ojo público mientras resurgen investigaciones sobre sus vínculos pasados, incluyendo los polémicos archivos de Epstein. En concreto, se ha revelado que Trump figura en archivos de Epstein, algo que vuelve a ponerlo en el centro del huracán mediático.
Jeffrey Epstein y el momento incómodo para Trump
El nombre de Jeffrey Epstein aparece nuevamente en los titulares justo cuando Trump intenta proyectar normalidad. Durante una breve interacción con periodistas, el presidente expresó su frustración ante lo que llamó una distracción innecesaria. “Convierten en algo muy grande algo que no lo es”, aseguró, intentando minimizar el impacto de la reapertura mediática del escándalo.
Aun así, el hecho de que Trump en Escocia haya evitado eventos públicos mientras se refuerza la seguridad y se esperan protestas en Aberdeen y Edimburgo no hace más que aumentar las especulaciones.
Reuniones clave mientras Trump se refugia en Escocia
Aunque el foco está puesto en su tiempo libre, Trump también tiene una agenda diplomática en suelo británico. Está previsto que se reúna con el primer ministro Keir Starmer, el líder escocés John Swinney y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Sobre esta última, el presidente comentó que es una “mujer muy respetada”, buscando quizás suavizar su imagen ante la comunidad internacional.
Tras su estadía en Turnberry, Trump se trasladará a su propiedad cerca de Aberdeen, donde planea inaugurar un segundo campo de golf. Este llevará el nombre de su madre, Mary Anne MacLeod, una escocesa que emigró a EE. UU. en el siglo XX.
Funcionarios de la Casa Blanca consideran que la visita de Trump en Escocia puede servir como una pausa estratégica. La narrativa que intentan construir es la de un presidente que se dedica a su familia y negocios mientras ignora “rumores infundados”. Sin embargo, el momento y la forma de este viaje sugieren que podría haber un cálculo más profundo detrás de la aparente tranquilidad.
Protestas, seguridad y silencio: la otra cara del viaje
Aunque Trump intenta mantenerse alejado del foco, diversas organizaciones han anunciado protestas en Aberdeen y Edimburgo. La seguridad se ha reforzado, y su itinerario exacto se mantiene bajo estricta confidencialidad. El silencio sobre los temas candentes no ha impedido que su nombre resurja en titulares, sobre todo por los recientes documentos judiciales donde según, Trump figura en archivos de Epstein.
