Taiwán ofrece la paz a China pero la isla deberá seguir fortaleciendo sus defensas


La Chispa trae noticias del mundo, y esta vez desde Asia oriental, donde Taiwán ofrece la paz a China en una declaración que podría cambiar el curso de la tensión regional. El presidente Lai Ching-te, al cumplir un año en el cargo, reafirmó su compromiso con la paz, pero también con el fortalecimiento de la defensa nacional ante posibles amenazas de Pekín.
Durante una rueda de prensa en Taipéi, Lai expresó: “La paz no tiene precio y la guerra no tiene vencedores”, palabras que reflejan la intención del Gobierno taiwanés de mantener abiertas las puertas del diálogo. Sin embargo, también recalcó que la defensa no puede descuidarse, ya que “prepararse para la guerra es la mejor forma de evitarla”.
El contexto geopolítico: tensión persistente con China
China ha calificado a Lai como un “separatista” y ha ignorado sus propuestas de diálogo. El conflicto se agrava por la negativa de Pekín a reconocer la autonomía de Taiwán, una isla con un sistema democrático independiente.

Taiwán ofrece la paz a China pero no cede soberanía. Lai insistió en que solo el pueblo taiwanés puede decidir su destino, rechazando firmemente las pretensiones del Gobierno chino sobre la isla.
Una política de defensa como instrumento de disuasión
Taiwán sigue reforzando su defensa militar, una estrategia que Lai considera esencial para garantizar la paz duradera. Las amenazas de maniobras militares por parte de Pekín alrededor del aniversario de su presidencia aumentan la tensión regional.
Este enfoque se basa en la creencia de que la preparación disuade el conflicto. Aunque Taiwán ofrece la paz a China, también deja claro que no bajará la guardia ante posibles agresiones.
Diálogo, autodeterminación y defensa: pilares del discurso de Lai
En su mensaje, Lai combina tres elementos: búsqueda de paz, reafirmación de soberanía y fortalecimiento militar. Estos pilares forman la base de su política exterior hacia China. Aunque Taiwán busca un diálogo constructivo, mantiene firme su postura de autodeterminación.
Frases como “no podemos tener sueños ni ilusiones” dejan claro que el Gobierno taiwanés no se hace falsas esperanzas respecto a la apertura diplomática de China. Este enfoque realista pero conciliador busca ganar respaldo internacional y fortalecer alianzas.