Rusia y China se oponen a sanciones internacionales y alteran el comercio global


La Chispa trae noticias relevantes sobre política internacional: Rusia y China se oponen a sanciones que, según Vladimir Putin, afectan el comercio global y frenan el desarrollo económico. En una entrevista para la agencia Xinhua, el mandatario ruso expresó su rechazo a las restricciones impuestas por Occidente y reafirmó la alianza económica con China.
Ambos países prometen reducir barreras comerciales mutuas y avanzar en una cooperación que desafía las estructuras actuales del comercio internacional.
Rusia y China se oponen a sanciones: ¿Desafío al orden global?
Durante su visita de cuatro días a China, Putin asistirá a la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái en Tianjin y luego se reunirá con Xi Jinping en Pekín. Este viaje, calificado por el Kremlin como “sin precedentes”, simboliza una respuesta directa a las presiones económicas ejercidas por las potencias occidentales.
Putin enfatizó que la relación con China va más allá del comercio: “La cooperación económica y la colaboración industrial avanzan en múltiples ámbitos”, afirmó el líder ruso.
El trasfondo económico: ¿De qué se protegen?
La frase Rusia y China se oponen a sanciones no es solo una postura diplomática, sino una estrategia económica para proteger sus mercados de las restricciones internacionales. Desde 2022, cuando Rusia fue sancionada por la invasión a Ucrania, China se convirtió en su mayor socio comercial, comprando petróleo y vendiendo bienes clave.
En 2024, el comercio bilateral alcanzó los 245.000 millones de dólares, un récord histórico impulsado por la necesidad mutua y la resistencia a las presiones externas. El objetivo ahora es reforzar aún más esta cooperación en sectores estratégicos.
Una alianza estratégica “sin límites”
Putin y Xi Jinping declararon en 2022 una asociación estratégica “sin límites”, lo que indica una alineación a largo plazo. Se han reunido más de 40 veces en la última década, fortaleciendo la relación política, económica y militar.
Esta postura conjunta no solo marca un giro en la geopolítica, sino que también representa un bloque emergente que podría remodelar el equilibrio del poder mundial.
Occidente observa con preocupación
La visita también llega poco después de la cumbre entre Putin y Donald Trump en Alaska, lo que añade tensión a las relaciones Este-Oeste. Aunque no se han anunciado nuevas sanciones, el temor de un bloque euroasiático más fuerte crece en los círculos diplomáticos.