Papa León XIV llama a los líderes del mundo a actuar con humanidad y dignidad ante los conflictos armados
En un firme llamado al liderazgo mundial, el papa León XIV renovó este domingo su exhortación a detener la violencia y proteger la dignidad humana, al referirse a los múltiples conflictos que hoy laceran a diversas regiones del mundo.
Desde la Plaza de San Pedro, tras el rezo del Ángelus, el pontífice estadounidense centró su mensaje en la grave crisis humanitaria que se vive en Gaza, donde, denunció, “la población civil está aplastada por el hambre y continúa expuesta a la violencia y la muerte”. Frente a miles de fieles, pidió un alto al fuego inmediato, la liberación de los rehenes en manos del grupo islamista Hamás y el pleno respeto al derecho humanitario.
El papa no limitó su mensaje a Oriente Medio. Su voz también se elevó por quienes sufren en otras regiones olvidadas por la atención mediática y diplomática: “Mi corazón está con todos los que sufren los conflictos y la violencia en todo el mundo”, afirmó. Hizo mención expresa a los enfrentamientos en la frontera entre Tailandia y Camboya —con énfasis en la situación de niños y familias desplazadas—, así como a las víctimas de la violencia en el sur de Siria.
En un tono pastoral y a la vez profundamente político, León XIV subrayó un principio central de su pontificado: “Todo ser humano tiene una dignidad intrínseca que le ha sido conferida por Dios mismo”. Desde esa premisa, instó a todas las partes en conflicto a detener cualquier acción que atente contra esa dignidad.
Papa León XIV llama a los líderes del mundo a actuar con humanidad y dignidad ante los conflictos armados
A diferencia de pronunciamientos previos más centrados en la denuncia, en esta ocasión el papa colocó en el centro el deber de los líderes políticos de buscar salidas negociadas: “Es urgente negociar un futuro de paz para todos los pueblos y rechazar todo lo que pueda perjudicarlo”, dijo, antes de encomendar a la Virgen María, Reina de la Paz, a las víctimas inocentes y a quienes tienen el poder de detener las guerras.
El llamado del papa León XIV se suma a sus ya constantes intervenciones en favor de la paz y la justicia global, y confirma su intención de posicionar al Vaticano como un actor moral relevante frente al sufrimiento humano en tiempos de guerra.
