Israel elimina al nuevo jefe del mando por segunda vez en muy poco tiempo


La Chispa trae información exclusiva sobre un suceso que sacude el equilibrio militar en Medio Oriente: Israel elimina al nuevo jefe del mando por segunda vez en apenas 24 horas. La situación se vuelve crítica mientras Irán busca recomponerse tras la pérdida de sus más altos mandos militares.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han confirmado el operativo, que se realizó apenas días después de la eliminación de su antecesor. El gobierno iraní aún no ha emitido una confirmación oficial sobre la muerte del general.
Ataque quirúrgico en Teherán: un golpe estratégico
La operación militar fue ejecutada con precisión quirúrgica. El ejército israelí declaró que el objetivo era neutralizar a “uno de los principales comandantes del régimen iraní”, y que el ataque se dirigió contra un centro de mando ubicado en la capital. Este hecho reaviva un conflicto histórico que mantiene en vilo al mundo.

La frase Israel elimina al nuevo jefe del mando se vuelve el centro de análisis político y militar, pues marca una escalada sin precedentes que podría tener repercusiones internacionales.
¿Por qué era clave?
Antes de ser ascendido tras la muerte de su predecesor, era subcomandante del Mando de Jatam al Anbiya, una poderosa estructura independiente del Estado Mayor iraní. Su nombramiento era considerado un intento de Irán por mantener la continuidad de su estructura defensiva. Sin embargo, su eliminación rápida expone vulnerabilidades graves en la cadena de mando iraní.
Además, esta acción se da en un contexto donde la tensión entre Israel e Irán ha alcanzado niveles críticos, siendo este suceso un punto de inflexión.
Israel elimina al nuevo jefe del mando: Reacciones globales
La comunidad internacional permanece en alerta. Este nuevo ataque ha generado preocupación en organismos multilaterales y gobiernos, que temen una escalada más amplia. Incluso se ha planteado que podría haber represalias cibernéticas o ataques indirectos en la región.
También se menciona el riesgo de “una guerra regional inminente” y el impacto en la seguridad energética global.