Israel destruye el Palacio Presidencial en Yemen y la tensión llega a punto maximo


La Chispa trae noticias alarmantes desde el corazón del Medio Oriente: Israel destruye el Palacio Presidencial en Yemen, un hecho sin precedentes que ha encendido nuevas tensiones internacionales. Según fuentes oficiales, este ataque fue una respuesta directa al uso de un misil con bomba de racimo (un arma prohibida por su alto daño colateral) por parte del régimen hutí, una escalada que ya ha dejado muertos, heridos y devastación en la región.
Escalada regional: Israel destruye el Palacio Presidencial en Yemen
El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, confirmó que la aviación israelí ejecutó un ataque directo contra el Palacio Presidencial hutí en Saná. La acción se realizó desde el centro de mando en Tel Aviv, en presencia del primer ministro Benjamin Netanyahu.
Netanyahu advirtió contundentemente: “Quien planee atacarnos, le atacaremos”. Esta declaración deja clara la nueva política de represalias del gobierno israelí frente a las agresiones regionales. La destrucción del palacio presidencial marca un punto de inflexión estratégico.
Ataques múltiples y alta tensión humanitaria
El Ejército israelí detalló que, además del Palacio Presidencial, los bombardeos alcanzaron infraestructuras clave: dos centrales eléctricas y un depósito de combustible vinculado al régimen hutí. Estos ataques provocaron un apagón generalizado y dejaron a miles de civiles sin acceso a servicios básicos, incluyendo hospitales y centros infantiles.
Las autoridades hutíes acusan a Israel y a Estados Unidos de crímenes atroces, mientras el Ministerio de Sanidad informó de cuatro muertos y 67 heridos, aunque se teme que estas cifras aumenten.
El ataque con bomba de racimo y su impacto
El ataque israelí fue una respuesta al uso de una bomba de racimo, prohibida por el Derecho Internacional, que impactó en la ciudad de Ginaton. Aunque no causó víctimas, dejó en evidencia vulnerabilidades en el escudo defensivo israelí. Este incidente fue clave en la decisión de atacar el Palacio Presidencial.
Según expertos, “la guerra abierta” entre Israel y Yemen está alcanzando niveles críticos. Hezam al Asad, portavoz hutí, afirmó que sus operaciones en apoyo a Gaza “continuarán y se ampliarán”. La retórica se ha intensificado, con llamados a la defensa de Palestina como causa nacional y religiosa.
Repercusiones políticas y sociales
El bombardeo israelí también tiene efectos políticos: fortalece la posición del gobierno Netanyahu ante la presión interna, pero también genera rechazo internacional. La destrucción de infraestructuras civiles podría implicar consecuencias diplomáticas.
Frases como “el enemigo sionista desencadenó una guerra abierta” y “muerte a Estados Unidos” muestran el nivel de radicalización del discurso hutí tras el ataque.