Irán lanza cuarta oleada de misiles y enciende todas las alarmas en Israel


La Chispa sigue trayendo actualizaciones sobre el conflicto en Medio Oriente, y esta vez Irán lanza cuarta oleada de misiles contra territorio israelí en un ataque sin precedentes que mantiene en vilo a la región y al mundo. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron que la ofensiva ocurrió durante la madrugada de este sábado, con misiles que encendieron las alarmas en varias zonas del país.
El ataque comenzó alrededor de las 04:30 hora local (01:30 GMT). Cuando se activaron las sirenas de emergencia tras detectar misiles provenientes de territorio iraní. Aunque inicialmente se comunicó que la amenaza había sido neutralizada, poco después se informó de una nueva oleada, lo que llevó nuevamente a los civiles a refugiarse.
Irán lanza cuarta oleada de misiles: ¿qué se sabe hasta ahora?
Según las FDI, los sistemas defensivos lograron interceptar algunos misiles, pero Irán lanza cuarta oleada de misiles con tal magnitud que varios proyectiles lograron impactar zonas sensibles de Israel. Entre las áreas más afectadas se encuentran Tel Aviv y su región metropolitana, donde se reportaron decenas de heridos y al menos una víctima fatal.
El Ejército israelí también reconoció que su sistema de defensa aérea, aunque sofisticado, “no es hermético”, dejando abierta la posibilidad de que más misiles puedan lograr su objetivo si continúan los ataques. Esta cuarta oleada demuestra una clara escalada en el conflicto, lo que ha encendido alertas no solo en Israel, sino en toda la comunidad internacional.
Irán ataca la capital de Israel: Tel Aviv en crisis
Entre las múltiples zonas impactadas, se reporta que Irán ataca la capital de Israel, generando pánico y una movilización masiva de las fuerzas de seguridad. Este hecho eleva el nivel de tensión en la región y plantea interrogantes sobre las futuras acciones militares por parte de ambas naciones.
¿Qué viene ahora para Medio Oriente?
El conflicto entre Irán e Israel parece estar lejos de terminar. Esta cuarta oleada marca un punto de inflexión donde la diplomacia internacional podría verse obligada a intervenir para evitar una guerra de mayores proporciones. Mientras tanto, las poblaciones civiles siguen siendo las más afectadas, enfrentando el temor constante de nuevos ataques.