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Hombre llora a sus 170 seres queridos perdidos en el Terremoto de Myanmar

Hombre llora a sus 170 seres queridos perdidos en el Terremoto de Myanmar

Hombre llora a sus 170 seres queridos perdidos en el Terremoto de Myanmar

Por La Chispa

En una tragedia que ha conmocionado al mundo, el hombre llora a sus 170 seres queridos perdidos en el terremoto de Myanmar.

Soe Nay Oo, un eximán que ahora vive en Tailandia, ha perdido a decenas de miembros de su comunidad, amigos y familiares, en un terremoto que devastó la ciudad de Sagaing. La tragedia golpeó especialmente en el mes de Ramadán, cuando más de 500 personas perecieron mientras rezaban en las mezquitas.

El impacto del Terremoto en la comunidad de Sagaing: Un hombre llora a sus seres queridos

El viernes pasado, el terremoto sacudió Myanmar y dejó una estela de destrucción. En el centro de Sagaing, tres mezquitas colapsaron, entre ellas la más grande, Myoma.

Cientos de musulmanes que se encontraban en su interior para rezar no sobrevivieron.

El hombre llora a sus 170 seres queridos perdidos en el terremoto de Myanmar, incluidos amigos cercanos y familiares que compartían con él una vida devota y llena de solidaridad.

Más de 2.700 muertes: la devastación sigue creciendo

Las autoridades de Myanmar han confirmado que el terremoto ha cobrado la vida de más de 2.700 personas, un número que sigue creciendo a medida que los rescatistas continúan extrayendo cuerpos de los escombros.

De estos, 500 eran musulmanes que se encontraban orando en sus mezquitas. La historia de Soe Nay Oo, que perdió a tantas personas queridas, pone rostro al sufrimiento y a la pérdida irreparable que afecta a toda la comunidad.

Un relato desgarrador: El hombre llora a sus 170 seres queridos perdidos en el Terremoto de Myanmar

Soe Nay Oo recuerda con dolor la pérdida de su prima, una mujer generosa que siempre les brindó apoyo, y de su primo, un empresario respetado que había realizado la peregrinación a La Meca.

También perdió a su antiguo imán asistente, quien siempre mostró una ética de trabajo ejemplar.

Para Soe Nay Oo, la muerte de estas personas, algunas como miembros cercanos de su familia, ha sido una de las pérdidas más duras que ha experimentado.

El hecho de que el terremoto ocurriera durante el Ramadán añade una capa aún más dolorosa a la tragedia, ya que el mes sagrado es considerado un tiempo de reflexión y comunión espiritual.

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El impacto del Ramadán en la tragedia

Para Soe Nay Oo, el hecho de que sus seres queridos hayan fallecido durante el Ramadán les otorga un significado adicional, como si hubieran alcanzado el estatus de mártires. La comunidad musulmana de Sagaing está luchando por encontrar consuelo mientras lidia con el dolor de la pérdida y el caos generado por la catástrofe.

Lidiando con el trauma: la culpa del sobreviviente

Soe Nay Oo, que ahora reside en Tailandia, vive con una profunda culpa del sobreviviente. “Si yo fuera el imán todavía, en el momento del terremoto, me habría ido con ellos”, reflexiona con dolor.

Su situación se ve complicada por la incertidumbre sobre el paradero de sus propios hermanos que estaban en Mandalay. Además, la difícil situación en la región, marcada por los combates entre la junta militar y los grupos de resistencia, ha complicado las labores de rescate.

La situación sigue siendo desesperante

A medida que los rescatistas siguen extrayendo cuerpos y la población lucha por encontrar refugio y alimentos, la comunidad musulmana de Sagaing enfrenta otro obstáculo:

el cementerio musulmán se encuentra cerca de una zona controlada por grupos rebeldes, lo que ha dificultado la realización de los entierros.

Soe Nay Oo y los sobrevivientes tienen que trasladar los cuerpos a Mandalay para su entierro, lo que ha añadido más dificultades a un proceso ya desgarrador.


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