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Fallo masivo en la red eléctrica española paraliza el país

Fallo masivo en la red eléctrica española paraliza el país

fallo en la red eléctrica española

La Chispa les informa que el 9 de abril de 2025, La Red Eléctrica Española (REE) aseguraba públicamente que no existía riesgo alguno de apagones. A través de sus redes sociales, incluso desacreditó una advertencia de la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad (ENTSO-E), que había alertado sobre una amenaza inminente si se continuaba integrando generación intermitente sin respaldo técnico suficiente.

Sin embargo, menos de tres semanas después, la península ibérica quedó sumida en la oscuridad por un fallo en la red eléctrica española, contradiciendo por completo las declaraciones oficiales previas.

Las causas técnicas detrás del fallo en la red eléctrica española

El 28 de abril, una falla inesperada sumió en la oscuridad a gran parte de España. Lo más alarmante es que el propio operador REE ya había señalado este riesgo en su informe anual entregado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, donde advertía que una alta penetración de renovables sin capacidades técnicas adecuadas podía desencadenar desconexiones masivas.

Al llegar la noche, el servicio eléctrico no había logrado restablecerse, afectando la vida cotidiana en varias regiones. Es importante mencionar que REE pertenece a Redeia, un grupo que también opera en Chile, donde ocurrió un apagón masivo en fechas recientes.

El punto crítico: caída de frecuencia y desconexión en cascada

El incidente se originó a las 12:33 p.m., cuando la frecuencia del sistema descendió 0.15 hertzios, lo que causó una desconexión masiva del 56% de la generación eléctrica. En un sistema eléctrico tan complejo, cualquier desviación en la frecuencia puede desestabilizar toda la red.

Este desbalance tan pequeño en apariencia generó un impacto gigantesco, lo que demuestra la fragilidad del sistema ante condiciones extremas.

El papel de la inercia eléctrica: una protección que faltó

Los sistemas eléctricos cuentan con mecanismos diseñados para amortiguar las fluctuaciones entre generación y consumo. Uno de los más importantes es la inercia, producida por las turbinas de plantas como las de ciclo combinado o nucleares. Esta masa rodante actúa como un freno natural ante cualquier cambio súbito.

En esta ocasión, la escasa participación de este tipo de centrales (reemplazadas en gran medida por fuentes intermitentes como la solar) dejó al sistema sin protección, facilitando su colapso.

Solar en exceso, exportación fallida y desequilibrio de red

Según datos oficiales de la REE, al momento del colapso el 61% de la electricidad provenía de paneles solares, 12% de parques eólicos y 11.6% de plantas nucleares. Además, se intentaban exportar 5,000 megavatios de energía solar no demandados por otros países.

Usuarios reportaron aumentos de voltaje en sus instalaciones fotovoltaicas, lo que indica una posible sobrecarga. Esto, combinado con la falta de inercia, derivó en una desconexión en cadena sin posibilidad de recuperación inmediata.

¿Era evitable el fallo en la red eléctrica española?

La respuesta corta es sí. Pero habría implicado costos adicionales para asegurar la estabilidad del sistema ante un crecimiento tan acelerado de fuentes intermitentes.

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Cuando la generación renovable supera el 30% del total, se vuelve imprescindible añadir mecanismos de integración que permitan balancear el sistema. Estos mecanismos, sin embargo, suponen inversiones que muchas veces son resistidas por el sector privado.

¿Quién paga los costos del desequilibrio energético?

En el modelo energético español, las empresas privadas han logrado evitar la obligación de costear estos mecanismos de respaldo. Como consecuencia, el sistema y, en última instancia, los consumidores asumen la carga financiera.

Este modelo ha generado críticas, ya que en contextos como el mexicano, donde el Estado conserva control sobre la planificación energética, estos riesgos pueden ser manejados con mayor eficacia.

México y la nueva reforma eléctrica: un enfoque preventivo

Gracias a la reforma eléctrica del 18 de marzo en México, el país cuenta ahora con un marco legal que permite una planificación de largo plazo, con criterios técnicos claros. Esto representa una diferencia clave frente a modelos como el español, donde la competitividad empresarial ha sido priorizada sobre la estabilidad del sistema.

Reflexiones tras el fallo en la red eléctrica española

Este apagón masivo es una señal de advertencia para todos los sistemas energéticos altamente privatizados y con alta penetración de renovables sin respaldo. La planificación, la inversión en infraestructura y la supervisión técnica son indispensables para evitar futuros colapsos.


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