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Elon Musk llamó a Trump antes de arrepentirse públicamente

Elon Musk llamó a Trump antes de arrepentirse públicamente

Musk llamó a Trump antes de publicar su mensaje

La Chispa les informa que Elon Musk llamó a Trump antes de publicar su mensaje de ‘arrepentimiento’. Queda por ver cómo gestionará Trump el intento de reconciliación y si la relación entre ambos hombres puede restablecerse.

La llamada entre Musk y Trump marcó un giro inesperado

El presidente Donald Trump recibió una llamada telefónica de Elon Musk el lunes entrada la noche, comunicación que condujo a una expresión pública de arrepentimiento por parte del multimillonario a primera hora del miércoles por los ataques que había hecho contra el presidente en su extraordinario enfrentamiento público de la semana pasada, según tres personas informadas de la conversación.

Reuniones privadas prepararon el terreno

La llamada se produjo después de que el empresario tecnológico hablara en privado el viernes con el vicepresidente JD Vance y la jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susie Wiles, sobre el camino hacia una tregua. Wiles dijo a sus colaboradores que le gustaba trabajar con Musk y que era uno de sus puntos de contacto habituales. Las personas hablaron bajo condición de anonimato para describir las conversaciones privadas.

El mensaje de arrepentimiento que sorprendió a todos

Esas conversaciones allanaron el camino para el tono que Musk usó en una publicación en X a primera hora del miércoles, y que sorprendió por lo escarmentado, en la que escribió: “Lamento algunas de mis publicaciones sobre el presidente @realDonaldTrump de la semana pasada. Fueron demasiado lejos”.

¿Qué dijeron los involucrados tras la publicación?

Los representantes de Trump y Musk no respondieron a las peticiones de comentarios.

Cuando los periodistas le preguntaron el miércoles por la noche si se sentía mejor tras el acercamiento de Musk, el presidente se mostró evasivo. “La verdad es que no he pensado demasiado en ello”, dijo mientras llegaba con la primera dama, Melania Trump, al Centro John F. Kennedy de Artes Escénicas para asistir a una representación inaugural de Los Miserables.

Entretanto, Vance dijo a los periodistas que no recordaba si había hablado con Musk la semana pasada. “Pero sí, he hablado con Elon y con el presidente para tratar de garantizar que Elon apoye públicamente y apoye en privado la agenda del presidente”, añadió el vicepresidente a su llegada al espectáculo.

Musk llamó a Trump antes de publicar su mensaje: ¿Qué motivó el arrepentimiento?

Musk llevaba varios días dando a entender que quería reconciliarse con el presidente después de que ambos se enzarzaran el jueves pasado en una aguda serie de ataques personales que se desarrollaron desde el Despacho Oval y en las redes sociales.

Lo que empezó como una crítica del multimillonario de la tecnología al proyecto de ley nacional de Trump derivó en un intercambio de insultos que aumentó a lo largo del día, mientras el presidente afirmaba que no necesitó la ayuda de Musk para ser elegido y Musk intentaba vincular a Trump con el delincuente sexual Jeffrey Epstein.

La noche después de que Musk hablara con Wiles y Vance, borró sus publicaciones en las redes sociales en las que sugería que el gobierno de Trump retenía la publicación de archivos gubernamentales sobre Epstein porque implicaban al presidente.

Asesores presionaron para poner fin al conflicto

Queda por ver cómo gestionará Trump el intento de acercamiento y si podrá restablecerse la relación entre ambos.

Tras su enfrentamiento, Trump dijo a sus asesores que no tenía ningún interés en hablar con Musk y que había terminado con él, un sentimiento que reiteró en entrevistas con periodistas.

Pero entre bastidores, asesores de ambos bandos trabajaron para llegar a una distensión.

Tensiones internas y consecuencias políticas

Musk no tenía intención de abandonar la Casa Blanca tan enfadado, según personas cercanas a él, ni siquiera después de haber criticado el proyecto de ley de política interior de Trump por considerarlo fiscalmente irresponsable.

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Pero la decisión del presidente de retirar su nombramiento de Jared Isaacman, un cercano colaborador de Musk, para dirigir la NASA supuso un giro humillante para Musk. Durante la semana siguiente, empezó a desahogarse con sus amigos, tanto en persona como a través de mensajes de texto, sobre la defenestración de Isaacman. En los días transcurridos desde el exabrupto entre ambos hombres, varias personas cercanas a Musk le aconsejaron terminar la pelea, por considerar que se había excedido.

¿Un conflicto cerrado o una tregua temporal?

En un principio, Musk no dio muestras de dar marcha atrás en su enfrentamiento con el presidente. El viernes, respondió a un usuario de X que decía que debía disculparse ante Trump con: “¿por qué sería la disculpa exactamente?”. Musk añadió que solo ofrecería disculpas después de “una publicación completa de los archivos Epstein”. (Más tarde borró ese mensaje).

Nuevos gestos de respaldo hacia Trump

El domingo, Musk ya se había realineado con Trump, al compartir una captura de pantalla de una de sus publicaciones en las redes sociales en la que criticaba al gobernador de California, Gavin Newsom, por su gestión de las protestas contra la inmigración en Los Ángeles.

Tanto Musk como Trump se juegan mucho en esta relación, pero fue Musk quien parecía más ansioso por enmendar sus errores. Trump amenazó con cancelar contratos por valor de miles de millones de dólares que la empresa de cohetes de Musk, SpaceX, tiene con el gobierno federal.

Poder, política y daños colaterales

Sin embargo, Musk no carece de influencia. Es el mayor donante de la política republicana y había prometido dar otros 100 millones de dólares a los grupos externos de Trump antes de las elecciones legislativas de 2026. También tiene un amplio conocimiento de la dinámica interna de la administración, y Trump ha querido evitar que se repita lo de su primer mandato, cuando antiguos ayudantes se marcharon en malos términos y acabaron escribiendo libros sobre sus experiencias o convirtiéndose en testigos en algunos de sus enredos legales.

¿Pedir disculpas es una rareza entre poderosos?

Trump casi nunca se disculpa. Una rara excepción se produjo en 2018, cuando expresó en privado su arrepentimiento a la primera ministra británica, Teresa May, por los comentarios críticos que había hecho sobre ella en una entrevista que se publicó cuando estaba a punto de homenajearlo, según una persona con conocimiento de lo ocurrido.

Por su parte, Musk ha mostrado a veces arrepentimiento por sus tácticas incendiarias en las redes sociales. En 2018, pidió disculpas a un experto británico en cuevas tras llamarle “pedófilo” en Twitter. En 2023, poco después de comprar la empresa de redes sociales, se disculpó por decir que un empleado al que había despedido utilizaba una discapacidad como “excusa”.


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