El papa León XIV apela al deporte como instrumento de paz en medio de crisis humanitarias globales
Ciudad del Vaticano, 15 de junio de 2025 — En una jornada marcada por el Jubileo del Deporte, el papa León XIV aprovechó el marco de la celebración para lanzar un poderoso mensaje sobre la necesidad urgente de paz en el mundo, utilizando el deporte como símbolo de unidad y reconciliación en un contexto internacional plagado de conflictos armados y tragedias humanitarias.
Desde el balcón del Palacio Apostólico, ante miles de fieles congregados bajo el sofocante sol en la Plaza de San Pedro, el pontífice reflexionó sobre el papel del deporte como una vía para la armonía global. “La práctica deportiva es un camino para construir la paz”, afirmó, destacando que en tiempos donde la violencia azota diversas regiones, el espíritu deportivo puede inspirar valores de respeto, disciplina y cooperación.
En su mensaje durante el rezo del ángelus, el papa no evitó mencionar algunas de las tragedias más recientes. Expresó su dolor por la masacre ocurrida en Nigeria, donde alrededor de 200 desplazados fueron asesinados brutalmente en una misión católica en Yelewata, estado de Benue. “Rezo para que la seguridad, la justicia y la paz prevalezcan en Nigeria, un país tan querido y tan afectado por la violencia”, dijo con visible consternación.
El pontífice también hizo un llamado urgente por la paz en Medio Oriente, Ucrania, Birmania, Benín y Sudán, denunciando la continuidad de los enfrentamientos en zonas donde, incluso con altos al fuego declarados, persisten los ataques a civiles e infraestructuras básicas. Insistió en que solo el diálogo puede abrir caminos duraderos para una solución pacífica.
El papa León XIV apela al deporte como instrumento de paz en medio de crisis humanitarias globales
“Renuevo mi llamado a los combatientes: protejan a los civiles y entablen un diálogo sincero por la paz. Y a la comunidad internacional, le pido redoblar esfuerzos para garantizar ayuda humanitaria a las poblaciones golpeadas por estas crisis”, enfatizó el papa León XIV.
La jornada religiosa cobró así una dimensión profundamente política y humanitaria, donde el deporte no solo fue celebrado como evento lúdico, sino como metáfora y vehículo de transformación social en un mundo marcado por la fractura. En la era del pontificado del primer papa estadounidense, la diplomacia vaticana reafirma su intención de mantenerse como voz activa en favor de los pueblos más golpeados por el conflicto y la injusticia.
