El hombre condenado por violar a Gisèle Pelicot se declara víctima y niega los hechos

En el arranque de la audiencia de apelación, el hombre condenado por violar a Gisèle Pelicot sorprendió al tribunal al declararse víctima e insistir en que los hechos no ocurrieron como la acusación sostiene.
Acusación y defensa en litigio por el caso Pelicot
En el juicio original, 51 hombres —incluyendo al acusado principal— fueron condenados por agresiones sexuales y violación contra Gisèle Pelicot. Con la apelación, uno de los condenados reapareció en el foco mediático y jurídico, alegando que fue manipulado por el supuesto cerebro del plan: Dominique Pelicot.
La postura del acusado: víctima o verdugo
Durante su intervención, el procesado afirmó que él también fue víctima del exmarido de la denunciante, y cuestionó la validez de las pruebas audiovisuales. Aludió al hombre condenado por violar a Gisèle Pelicot como si ese título le estigmatizara injustamente, rechazando su culpabilidad y sosteniendo que la escena fue una trampa.
Desde ese punto, sostuvo que la relación sexual fue consentida —una versión que luego matizó al reconocer que la mujer no habría estado consciente—. Este vaivén refuerza su estrategia defensiva, cuyo eje es sembrar dudas sobre la veracidad de las imágenes.
Las grabaciones como prueba clave
Las secuencias captadas revelan cómo la víctima aparece inmóvil durante los episodios, siendo sometida a penetraciones repetidas a lo largo de unos 30 minutos. La defensa del hombre condenado por violar a Gisèle Pelicot calificó esas grabaciones de “interpretaciones forzadas”, y planteó que pueden estar adulteradas o sacadas de contexto.
El tribunal ya había basado una condena inicial de nueve años de prisión en esas pruebas. Con la apelación, ese peso probatorio vuelve a estar bajo escrutinio.
Contradicciones y tácticas del defensor
Durante el interrogatorio, el acusado cambió versiones: primero reconoció a la víctima, luego negó que ella estuviera consciente; afirmó consensos que después retractó. Esta estrategia de choque con versiones opuestas busca sembrar incertidumbre entre los jueces y el público.
El abogado defensor alegó que su cliente es una víctima colateral del diseño delictivo supuestamente encabezado por Dominique Pelicot. Reclamó que el hombre haya sido arrastrado al delito sin capacidad real de rechazar la manipulación.
Reacción de la víctima y del entorno
La acusación y la defensa protagonizan un pulso reputacional: mientras el procesado declara su inocencia, los representantes de la víctima demandan justicia plena. Cabe recordar que la hija de Gisèle Pelicot también demandó a su padre por su presunta complicidad y cadena de abusos.
El equipo legal de la víctima enfatiza que las pruebas, el relato de las grabaciones y las declaraciones de testigos son contundentes, y que la defensa solo pretende distraer al tribunal con teorías conspirativas.
Este caso ya ha generado debates sobre consentimiento, coerción, manipulación y responsabilidad penal de terceros en delitos sexuales. Si el tribunal de apelación modifica la sentencia, podría sentarse un precedente importante en casos de agresiones múltiples y rol de instigadores.
La apelación del hombre condenado por violar a Gisèle Pelicot no solo pone en juego su condena, sino también la interpretación de pruebas digitales en crímenes sexuales.