El gobierno de Trump permite pesca en áreas marinas protegidas del Pácifico


La Chispa te trae los detalles sobre la nueva polémica ambiental que envuelve a Estados Unidos. Trump permite pesca en áreas protegidas, una decisión que ha encendido el debate entre intereses económicos y conservación ambiental.
Trump permite pesca en áreas protegidas en el Pacífico
Donald Trump, presidente de Estados Unidos, firmó este jueves dos órdenes ejecutivas que permiten la pesca en áreas protegidas en el océano Pacífico con el objetivo de revitalizar la industria pesquera estadounidense.
Una de las órdenes permite a los barcos con bandera estadounidense pescar comercialmente dentro de 50 a 200 millas náuticas de los límites del Monumento Nacional Marino de las Islas Remotas del Pacífico (PRIMNM, por sus siglas en inglés), según una hoja informativa publicada por la Casa Blanca.
¿Qué implica abrir áreas protegidas a la pesca?
La prohibición de la pesca comercial dentro del PRIMNM, indica el documento oficial, ha obligado a los pescadores estadounidenses a operar más lejos de la costa, en zonas internacionales con fuerte competencia de flotas extranjeras, especialmente las chinas, caracterizadas por su escasa regulación y subsidios estatales.
Según el gobierno de Trump, eliminar estas restricciones permitirá a los pescadores nacionales acceder a recursos marinos sin poner en riesgo, según ellos, los ecosistemas protegidos.
Riesgos ambientales: arrecifes y especies en peligro
El PRIMNM no es una zona cualquiera: sus aguas albergan arrecifes de coral vírgenes y varias especies en peligro de extinción. Sin embargo, el magnate republicano declaró que la pesca comercial “no pondría en riesgo los objetos de interés científico e histórico” presentes en esa región.
Esta declaración ha sido fuertemente cuestionada por ambientalistas, quienes aseguran que la decisión podría tener consecuencias ecológicas graves, entre ellas la pérdida de biodiversidad marina.
Segunda orden: menos regulación, más pesca industrial
La segunda orden ejecutiva de Trump busca reducir la regulación sobre la pesca industrial en Estados Unidos. El texto establece que el secretario del Departamento de Comercio, Howard Lutnick, debe considerar de inmediato “suspender, revisar o rescindir las regulaciones” que se consideren excesivas para la industria pesquera, de acuicultura y procesamiento de pescado.
Con esta medida, se intenta incrementar la producción nacional de mariscos, contrarrestar prácticas desleales del comercio exterior y aumentar las exportaciones pesqueras.
Un giro frente a la protección marina de Obama
El PRIMNM fue creado en 2009 por el entonces presidente George Bush, y ampliado posteriormente en 2014 por Barack Obama. Actualmente, esta área protegida ocupa cerca de 1,3 millones de kilómetros cuadrados, una superficie que equivale a casi el doble del estado de Texas.
Esta acción de Trump revierte años de políticas ambientales enfocadas en la conservación marina, lo cual ha generado una fuerte reacción en sectores científicos, ecológicos y de defensa ambiental.
Trump permite pesca en áreas protegidas: impacto a largo plazo
La frase Trump permite pesca en áreas protegidas y vuelve a estar en el centro de la polémica tras estas órdenes ejecutivas. Aunque la medida busca dinamizar la economía pesquera estadounidense, los expertos advierten que los efectos ecológicos podrían manifestarse en el mediano y largo plazo.