Corea del Norte intensifica su retórica contra Estados Unidos


La Chispa trae noticias del mundo con un tema que enciende alarmas internacionales: Corea del Norte intensifica su retórica contra Estados Unidos. Según medios estatales norcoreanos, Pyongyang ha endurecido su discurso en un momento en el que no muestra intención de diálogo ni con Washington ni con Seúl.
¿Qué dijo Corea del Norte y por qué preocupa?
La última edición del periódico oficial Rodong Sinmun lanza una advertencia directa: los ejercicios militares conjuntos entre Corea del Sur y Estados Unidos son una prueba irrefutable de que Washington nunca abandonará sus “ambiciones de invasión”.
Los analistas internacionales consideran este tono como un intento por justificar el desarrollo armamentístico del régimen. En palabras del propio medio norcoreano, “incluso ahora, EE. UU. continúa con su política de antaño contra el Norte”, acusándolo de agravar el entorno de seguridad en la península coreana.
Hegemonía en crisis: el nuevo discurso estratégico del Norte
El régimen aseguró que ahora se ha hecho “más fuerte“, lo que implicaría que su poder militar actual es suficiente para evitar lo que llaman “humillación por debilidad”. Esta narrativa se alinea con los esfuerzos de Pyongyang por consolidar una imagen de autonomía e invulnerabilidad.
Se trata de una postura que trasciende la política interna y refleja una nueva etapa en el equilibrio de poder en Asia Oriental. Corea del Norte argumenta que el orden mundial liderado por EE. UU. se está debilitando, dejando espacio para nuevas potencias emergentes.
¿Qué busca Corea del Norte con este discurso?
El mensaje también va dirigido a su población: “el entorno de seguridad del país y los medios de vida del pueblo podrían verse en peligro si se relajasen los esfuerzos para reforzar las capacidades de defensa”. Esta frase refuerza la idea de que cualquier negociación o apertura puede considerarse una amenaza.
Además, se percibe un intento de presión indirecta a China y Rusia, que buscan estabilidad en la región pero han tolerado, hasta cierto punto, la beligerancia de Kim Jong-un.