Brasil impone vigilancia permanente a Bolsonaro ante posible fuga

Brasil impone vigilancia permanente a Jair Bolsonaro ante “riesgo de fuga”, una medida sin precedentes que marca un hito en la historia política del país. Un juez de la corte suprema brasileña ha ordenado la supervisión continua del expresidente, ya en prisión domiciliaria preventiva, a solo días del inicio de las deliberaciones finales en el juicio que enfrenta por golpismo.
Brasil impone vigilancia permanente a Bolsonaro: Contexto del caso
El expresidente (2019-2022) de extrema derecha está acusado de liderar una “organización criminal” que conspiró para impedir la asunción del presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva tras su victoria electoral en 2022.
La corte suprema de Brasil impone vigilancia permanente a Bolsonaro como medida cautelar ante un riesgo concreto de fuga, según el juez Alexandre de Moraes, quien solicitó que la Policía Federal mantenga supervisión a tiempo completo del expresidente.
Medidas de vigilancia y supervisión policial
El ultraderechista, de 70 años, permanece desde principios de agosto en prisión domiciliaria preventiva en su residencia en Brasilia, una decisión adoptada por Moraes después de considerar que Bolsonaro violó la prohibición de manifestarse en redes sociales. La policía fue instruida para garantizar que no exista posibilidad de evasión, fortaleciendo la estrategia del tribunal para mantener el orden y la legalidad.
Riesgo de fuga y solicitudes de asilo
La semana pasada, la Policía Federal informó que Bolsonaro planeó solicitar asilo político en 2024 al presidente de Argentina, Javier Milei, alegando “persecución política en Brasil”. Este movimiento fue considerado un intento de eludir la justicia, lo que motivó que al juez imponer vigilancia permanente de manera intensiva y continua.
La defensa del expresidente acusó a las autoridades de intentar “desmoralizarlo”, mientras que la fuerza recomendó imputar a Bolsonaro por presunto intento de obstrucción judicial.
Juicio a Bolsonaro: Delitos y posibles condenas
El proceso judicial contra Bolsonaro se centra en las investigaciones del asalto del 8 de enero de 2023 en Brasilia, cuando miles de sus seguidores invadieron las sedes de los tres poderes del Estado. La Fiscalía sostiene que el expresidente promovió desinformación y deslegitimación de los resultados electorales, hechos que fueron calificados por la corte como un intento de golpe de Estado.
Bolsonaro también enfrenta otros procesos por falsificación de certificados de vacunación contra el COVID-19 y por apropiación irregular de joyas de alto valor recibidas como regalos oficiales durante su mandato.
En este contexto, el Supremo de Brasil ordenó arresto domiciliario para Bolsonaro, garantizando que la justicia pueda seguir su curso sin interrupciones.
Si es declarado culpable en el juicio por golpismo, Bolsonaro podría enfrentar hasta 40 años de prisión, un escenario que marca un precedente histórico en Brasil y genera alerta entre sus seguidores más radicales.
Estrategia política y repercusiones
Analistas indican que la defensa de Bolsonaro busca dilatar los procesos judiciales para mantener viva la figura del expresidente de cara a las elecciones municipales de 2026. Al mismo tiempo, el gobierno de Lula intenta cerrar el capítulo bolsonarista reforzando el Estado de derecho. La tensión política ha escalado y los simpatizantes del expresidente interpretan la vigilancia y los juicios como un intento de inhabilitación definitiva de su líder.
Jair Bolsonaro será juzgado en los próximos días, un hecho que mantiene en vilo la escena política brasileña y que podría redefinir el futuro del ultraderechismo en el país.