Arrestan a médico falso quien logró realizar 8 cirugías sin ningún error


La Chispa trae una historia tan increíble que parece de película: arrestan a médico falso en Kenia luego de haber realizado ocho cirugías con éxito. El detenido, Ronald Kiprotich Melly, nunca se graduó de Medicina, pero logró infiltrarse en el sistema de salud keniata y ejercer como doctor en un hospital público, donde incluso llegó a ser ascendido como director. Es importante señalar que aunque no se graduó, sí estudio medicina, lo hizo en la Facultad de Medicina de la Universidad de Nairobi.
Este impactante caso ha despertado el interés de personas de todo el mundo que buscan entender cómo pudo ocurrir una negligencia institucional de tal magnitud.
El hombre sin título que operó como un experto
Ronald Melly logró operar a ocho pacientes sin causarles daño, lo cual dejó perplejas a las autoridades sanitarias. Aunque suplantó una identidad médica, lo más asombroso es que sus intervenciones quirúrgicas se catalogaron como exitosas.
Según reportes oficiales, arrestan a médico falso que nunca completó sus estudios en la Facultad de Medicina de la Universidad de Nairobi. Su habilidad en el quirófano ha generado un debate sobre el valor real de los títulos universitarios frente a las capacidades prácticas.
Cómo logró infiltrarse en el sistema de salud
Melly fue contratado como médico general sin que se verificara su historial académico. Posteriormente fue promovido a director de un hospital local. Un cargo que le otorgó mayor visibilidad. La falta de controles rigurosos dentro del sistema de salud permitió que este caso saliera a la luz solo cuando una denuncia anónima motivó una auditoría interna.

Repercusiones y medidas tras el escándalo
El gobierno de Kenia inició una investigación exhaustiva para identificar a todos los responsables de su contratación. También se ordenó revisar los expedientes de los médicos en hospitales públicos y fortalecer los procesos de verificación.
Casos como este nos hacen cuestionar si el conocimiento práctico puede, en ciertos contextos, igualar —o incluso superar— la educación formal. A pesar de que “el conocimiento no ocupa lugar”, los controles deben existir para proteger a los ciudadanos.
Aunque sorprende su capacidad para realizar cirugías exitosas, no se puede justificar la falsificación profesional. La salud de las personas no puede estar en manos de impostores. Este caso deja claro que los sistemas deben reforzar sus protocolos y controles, sin importar cuán competente pueda parecer alguien sin título.