Abuelito millonario en Londres hereda a sus nietas 900 pesos
Las herencias suele desatar problemas y división en las familias, tanto si la persona que fallece no deja por escrito su legado como si los herederos no quedan conformes, un gran pleito genero un abuelito millonario en Londres.
Eso fue lo que ocurrió con Frederick Ward, un hombre que vivía en el barrio Ealing en la ciudad de Londres, Inglaterra.
El abuelo de 91 años, falleció en 2020, en ese entonces tomó la decisión de cambiar su testamento y tenía todo el derecho de hacerlo, de acuerdo con The Mirror.
El exsoldado se sentía “decepcionado” y “dolido” con las hijas de su fallecido hijo Fred Jr., porque de las tres veces que estuvo hospitalizado por una enfermedad pulmonar, ninguna de sus nietas fueron a visitarlo, según el medio Mail Online.
Abuelito millonario en Londres Frederick Ward heredó a sus nietas 900 pesos
Por ese motivo, el abuelo decidió dejarle casi toda su fortuna, incluido un apartamento valorado en 450 mil euros (casi 8.3 millones de pesos mexicanos), a sus hijos Terry Ward y Susan Wiltshire, dejando a las hijas de Fred Jr., con 50 euros (unos 900 pesos).
Las nietas del exsoldado Ward: Carol Gowing, Angela St. Marseille, Amanda Higginbotham, Christine Ward y Janet Pett, hijas del fallecido Fred Jr., se dirigieron a reclamar la parte que les correspondía del testamento, pero al conocer su parte se generó una gran disputa familiar, según Mail Online.
Las nietas del abuelo demandaron que tenían derecho a la tercera parte de la fortuna del veterano
Que le correspondía a su difunto padre y que su tío Terry y su tía Susan habían “influido indebidamente” en cuanto a las decisiones del patrimonio de su abuelo, de acuerdo con GBN News.
A lo que el juez Master James Brightwell, del Tribunal Superior de Londres, les expreso que la decisión de su abuelo había sido completamente racional, teniendo en cuenta que las cinco mujeres tuvieron un “contacto muy limitado” con su abuelo, quien se sentía “decepcionado” con ellas, según Mail Online.
El magistrado finalizó con que podía “entender la decepción de los demandantes por haber sido esencialmente excluidos”, pero que la decisión del exsoldado Frederick Ward había sido “razonable”.