5 países de la UE se retractan del tratado de minas antipersona


En La Chispa sabemos lo que pasa en el mundo, por eso te traemos este informe sobre cómo 5 países de la UE se retractan de uno de los tratados humanitarios más importantes del siglo XXI: la Convención sobre la Prohibición de Minas Antipersona. También conocida como el Tratado de Ottawa.
Estonia, Letonia, Lituania, Polonia y Finlandia han notificado su intención de abandonar las obligaciones del tratado, generando una alarma internacional. Esta decisión plantea preguntas serias sobre el rumbo de la política de defensa europea, los derechos humanos y el papel de la Unión Europea como promotora de la paz. Esto por la creciente agresión y hostilidad de Rusia hacía estos países. Los 5 mencionado dicen que desean desplegar estas mina en sus fronteras para protegerse de Rusia.
¿Qué implica que 5 países de la UE se retractan del Tratado de Ottawa?
El Tratado de Ottawa, en vigor desde 1999, prohíbe el uso, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersona. Estas armas han causado la muerte y mutilación de miles de civiles, siendo los niños las víctimas más vulnerables. Actualmente, 164 países han ratificado el tratado, incluidos todos los Estados miembros de la UE… hasta ahora. Gilles Carbonnier, vicepresidente del Comité Internacional de la Cruz Roja aseguró que el 80% de las victimas de estas minas, son civiles.

Que 5 países de la UE se retractan significa que por primera vez en más de dos décadas, miembros del bloque comunitario desafían de forma abierta este compromiso humanitario, generando tensiones diplomáticas tanto dentro como fuera de Europa.
Un giro inesperado en la política europea
El abandono del tratado por parte de estos cinco países está siendo justificado por razones de seguridad y defensa, especialmente por su proximidad a Rusia y el contexto de guerra en Ucrania. Sin embargo, organizaciones internacionales advierten que este movimiento podría sentar un precedente negativo para otros Estados miembros y países en conflicto.

Algunos expertos consideran que esta decisión podría socavar los avances logrados en desarme humanitario, y revitalizar el uso de minas en zonas de conflicto, algo que pone en riesgo a las poblaciones civiles.
Este tipo de movimientos no solo afecta el equilibrio militar, sino también el compromiso moral de Europa con el derecho internacional humanitario. Además, podría impactar en futuras negociaciones multilaterales sobre desarme, generando una crisis de confianza entre los países firmantes.

La voz de las ONG y organismos internacionales
ONGs como Human Rights Watch y el Comité Internacional de la Cruz Roja han levantado la voz con preocupación. La decisión de estos cinco países se interpreta como un retroceso. Especialmente en un momento donde los derechos civiles están siendo fuertemente cuestionados en varias regiones del mundo.
Además, este giro puede abrir la puerta a que potencias como China o Estados Unidos continúen justificando su negativa a firmar el tratado, debilitando aún más los esfuerzos por un mundo libre de minas antipersona.