Tener la consciencia de que nuestro ser entero es templo viviente que goza de tu presencia divina
ORACIÓN: “O no saben que son templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en ustedes?” (1ª. Corintios 3:16).
¡OREMOS AL SEÑOR! ¡SEÑOR, TEN PIEDAD!
Padre Santísimo: nuestro despertar nos hizo correr a tu presencia, porque precisamos vivir al amparo de tu gloria para que cubiertos de ella, nuestra lucha tenga mil razones poderosas y la victoria sea de ante mano bien ganada.
Tener la consciencia de que nuestro ser entero es templo viviente que goza de tu presencia divina y es tu Espíritu Santo, lleno de bondad y fuente de la vida, quien habita en nosotros y nos posibilita todo aquello que aspiramos para gloria de tu nombre.
Hoy caemos a la razón de esta gran verdad y ante ti, confesamos ¡Cuán bello es ser lo que tú has dispuesto! ¡Ser templos de ti, Dios vivo!
Movernos por inspiración del Espíritu Santo, es lo mejor que nos pudo suceder. Las Palabras del Espíritu Santo nos hablan con profunda sabiduría: “¿No saben que son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?
Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios es santo, y eso es lo que ustedes son. …” (1ª. Corintios 3:16-17)
Padre Santísimo: en tu nombre bendito, vamos a iniciar este bello tiempo de vivir nuestra última etapa aquí en la tierra siendo lo que realmente somos y así tú lo dispusiste:
Ser templos vivos del Dios que vive y por quien se vive. Hoy nuestra vida adquiere otra connotación de carácter totalmente espiritual.
Suplicamos en el Nombre de tu hijo amado que sea el Espíritu Santo quien nos consagre y haga presente Su Divino actuar en todos los movimientos de nuestra vida.
Somos testigos de que con él, toda alma se vivifica, se eleva y glorifica a la Trinidad Santísima. Hoy vamos a glorificarla con nuestro espíritu, con nuestra alma y con nuestro cuerpo, porque son hechura tuya, ¡son obra de tus manos!
Toma posesión de nosotros y permítenos ser lo que siempre debimos ser para que envueltos en la luz, nuestro ser todo crucificado y revestido de Cristo sea digna morada el Espíritu Santo.
Toma posesión de nosotros y permítenos que llenos del Espíritu Santo, nuestra vida sea de alabanza
De gratitud, de acción, de contemplación y de reconocer a diario todo lo que el poder de tu divinidad hará que se lleve a cabo para gloria tuya, para bien de muchos, para que derrames tu inmenso poder y para que por nosotros, tú seas glorificado.
Oh Espíritu Santo, para que se renueve la misma faz de la tierra a causa de tu presencia en nosotros y seamos testigos de la gran bondad divina y sean quienes nos rodean los que se vean movidos a estar inmersos en la misma esfera de lo divino.
Toma posesión de nuestro cuerpo y con ese fuego divino purifícalo, quema y destruye toda escoria, todo aquello que sea indigno de tu presencia; todo cuanto impida que fluya la gracia divina; todo cuanto esté enfermo, ¡sánalo y restáuralo a fin de que en ello se manifieste el esplendor de tu obra vivificante!
Toma posesión de nuestra alma para que nuestra inteligencia sea potenciada por tu presencia para bien de muchos
Fortalece nuestra voluntad para que seamos fuertes, capaces y siempre decididos e incansables para estar al servicio de tu obra restauradora y salvadora.
Posesión de nuestro espíritu y fortalécelo para que viva en una ininterrumpida comunión contigo y así sea glorificado el padre y se manifieste a toda la creación todo lo bello que haces, porque ya no nos domina la naturaleza pecaminosa.
Sino que ahora el control es tuyo, oh Espíritu de la verdad y así honremos a Cristo manifestando que estamos revestidos de él.
Padre Santísimo: ¡Bendito seas con tu hijo amado y con tu Espíritu Santo, que es Señor y vivificador! Amén. P. Cosme Andrade Sánchez+