San Felipe de Jesús, primer mártir mexicano
San Felipe de Jesús fue mártir en Japón, patrono de los jóvenes, de la Ciudad de México y de su Arzobispado.
San Felipe deJesús nunca fue sacerdote, jamás consagró el pan y nunca predicó en Japón donde encontró el martirio, pues ni siquiera hablaba el idioma. Un naufragio llevó su embarcación a Japón donde fue crucificado y traspasado por dos lanzas, además, rechazó la ayuda diplomática del gobierno español que pretendía salvar su vida. Felipe de Jesús decidió morir junto con otros religiosos de su orden para demostrar su amor a Cristo y el valor de su fe.
San Felipe fue el primero de los 26 cristianos: jesuitas, franciscanos y laicos -japoneses y extranjeros- martirizados en Nagasaki, Japón, el 5 de febrero de 1597. Es también el primer Santo mexicano de la iglesia Católica. El Papa Urbano VIII lo beatificó, junto con sus compañeros, en 1627, y fue canonizado en 1862.
El legado del primer mártir mexicano
Durante varios años, el jesuita Xavier Escalada, biógrafo de san Felipe de Jesús y autor de otros libros marianos, atendió a la comunidad japonesa en México, misma que hizo la ceremonia del té en la Catedral de México como un acto de reconciliación. En este templo se encuentra la pila bautismal de este santo, el primero de México, y se sembró una higuera que es del mismo palo que la que tenía en el jardín de su casa en México.