Los humanos nacen con dos miedos, el resto son aprendidos


La Chispa trae una de esas notas que más que ser una noticia, son datos informativos. En esta ocasión hablaremos de que los humanos nacen con dos miedos, el resto son aprendidos. La ciencia revela que nacemos con sólo dos miedos y son a los ruidos fuertes y las alturas, todo lo demás se aprende o se nos enseña.
¿Es cierto que los humanos nacen con dos miedos?
Sí, y así lo respalda la neurociencia moderna. Los humanos nacen con dos miedos universales: el miedo a las caídas y a los ruidos fuertes. Estos temores no son culturales ni heredados por aprendizaje, sino instintivos. Estudios del Journal of Experimental Psychology han demostrado que incluso los recién nacidos muestran señales fisiológicas claras (como aumento del ritmo cardíaco y sobresaltos) ante sonidos estridentes o movimientos abruptos hacia abajo.
¿Por qué tenemos estos dos miedos desde el nacimiento?
Estos miedos primarios están directamente ligados a la supervivencia. La amígdala, una estructura cerebral ancestral, se activa automáticamente ante estas amenazas. Esta reacción es parte del sistema de “lucha o huida”, y tiene como objetivo protegernos incluso sin experiencia previa.
Miedos que aprendemos con el tiempo
A medida que crecemos, la mayoría de nuestros temores se adquieren. Ya sea por aprendizaje social, observación o experiencias traumáticas, los humanos desarrollan miedos específicos como la oscuridad, las serpientes o hablar en público.
Estos temores, a diferencia de los innatos, se moldean por el entorno. Por ejemplo, si una figura de autoridad muestra miedo a los perros, un niño puede aprender ese miedo simplemente por imitación.
Estudios que lo respaldan
Investigaciones realizadas por la Universidad de Virginia y publicadas en Developmental Psychology concluyen que los bebés detectan estímulos peligrosos como las serpientes más rápido que imágenes neutras, aunque nunca hayan estado expuestos antes. Esto sugiere una predisposición evolutiva al aprendizaje de ciertos miedos.
Además, el experimento del “acantilado visual” de Eleanor Gibson mostró que incluso bebés de meses evitan simular una caída, lo que prueba que los humanos nacen con dos miedos, y no más.
¿Se pueden desaprender los miedos aprendidos?
Sí. La terapia de exposición, la meditación consciente y la reestructuración cognitiva se consideran como herramientas efectivas para superar miedos adquiridos. Mientras que los miedos innatos son parte del equipaje biológico, los otros son más moldeables y reversibles.