Despertamos y nos dirigimos a tu presencia con la fuerza de nuestra mente
Oración:¿Quién ha conocido la mente del Señor para que pueda instruirlo?». Nosotros, por nuestra parte, tenemos la mente de Cristo.”(1ª. Corintios 2:16).
¡OREMOS AL SEÑOR! ¡SEÑOR, TEN PIEDAD!
Padre Santísimo: Tan pronto como despertamos, nos dirigimos con el poder de nuestra mente a tu presencia, porque durante nuestro sueño estuvimos pensando, exclamando y proclamando: ¡Cuán preciosos nos son tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos!
Si los enumeramos, se multiplican más que la arena; es por ello que despiertos, aún estamos contigo considerándolos en nuestra mente.
Gracias, Padre Santísimo, porque nos has dado la dicha de transportarnos con la velocidad de la mente y llegar a tu presencia, porque tus pensamientos nos han atraído, nos tienen y mantienen a tu lado porque en ti está la fuente de la vida, de la energía, del poder y de la sabiduría.
Creemos que este despertar en el espíritu nos ha enriquecido de manera extraordinaria y nos mantiene en comunión contigo para estar siempre bien dispuestos, bien preparados, bien despiertos y con un pensamiento ágil que nos ayuda a hacer que nuestra existencia sea de fe.
Es esta fe la que nos hace amar la justicia, aborrecer la maldad manteniendo la unción del aceite del Espíritu Santo
Que nos preserva de toda maldad y nos lleva siempre a mantener la alegría y el optimismo en medio de un mundo lleno de perversidad.
Ese actuar con fe nos hace visualizar con lujo de detalles todo cuanto anhelamos y gozarlos cuando aun son meros pensamientos, porque vivimos en la certeza de eso que esperamos y ya está por suceder.
Padre Santísimo: en realidad, sin la fe es imposible serte gratos, porque la duda es una ofensa a tu presencia y la duda nos delata, porque tiene un aroma que inspira desconfianza y nos convierte en seres despreciables e indignos de recibir de tu mano todo cuanto tú nos tienes reservado.
Te suplicamos que en esta oración, nos des la fortaleza de los justificados por la fe para que seamos seres perfumados y nuestra oración sea una grata fragancia que tú mismo percibas y en cambio nos concedas todo cuanto tú sabes nos es necesario.
Padre Santísimo: Tú eres quien todo lo trajiste de la nada a la existencia, porque primero estuvo en tu pensamiento y fue el poder de tu palabra quien le imprimió realidad.
También nuestra existencia se debe a que tú, primero nos pensaste y fue por el poder de tu palabra el que ahora estemos inmersos en este concierto para realizar algo extraordinario, que tú ya lo sabes de ante mano.
Hoy comprendemos que si hasta el día de hoy estamos vivos, es debido a que estos momentos que vivimos son para que por nuestro medio despliegues y manifiestes tu gran poder, tu gran bondad y tu gran misericordia
Todo esto se va a manifestar cuando tú lo decidas y aparecerá tal como el mundo visible primero fue uno de tus pensamientos.
Hoy te agradecemos porque nos has enriquecido con el poder maravilloso de la mente, del pensamiento y hasta de nuestra imaginación.
Hoy nos llenamos de ti y salimos a realizar todo cuanto tú has dispuesto para hacerlo visible y poder sonreír con la alegría de los bien favorecidos que están para que todos los hermanos que no han encontrado la luz.
En nosotros te vean a ti y tú seas glorificado, porque nuestra actitud es que no nos apropiemos nada de tu honor, porque solo anhelamos que tú seas glorificado y el mensaje de salvación llegue a todos los rincones de nuestro mundo.
Padre Santísimo:
¡Bendito seas en todos los que hacia ti volamos con las alas del espíritu para ser de los tuyos y colaborar en la extensión de tu Reino! Amén. P. Cosme Andrade Sánchez+