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¿Cómo cuidar la piel en la piscina? Lo que los dermatólogos siempre hacen

¿Cómo cuidar la piel en la piscina? Lo que los dermatólogos siempre hacen

¿Cómo cuidar la piel en la piscina?

La Chispa sabe que es importante admitir que uno de los errores más comunes es pensar que proteger la piel en la alberca se reduce simplemente a usar un buen bloqueador solar. Y aunque este paso sí es esencial, lo cierto es que cuidar la piel requiere mucho más que eso para hacerlo de manera efectiva. Por eso es tan importante saber ¿Cómo cuidar la piel en la piscina? Y no quedarse solo con lo básico.

¿Cómo cuidar la piel en la piscina? Más allá del bloqueador solar

Aunque el sol parece causar daños principalmente en la superficie de la piel, otros elementos como el viento, la contaminación y el cloro del agua también tienen un impacto negativo. Estos agentes pueden deshidratar, ensuciar y resecar la piel sin excepción. Su efecto combinado puede deteriorarla de diversas formas, afectando incluso su estado a largo plazo y su apariencia general, más allá de lo superficial.

Por eso, conocer cómo cuidar la piel en la piscina correctamente se vuelve indispensable si queremos mantenerla sana y luminosa durante y después de cada periodo vacacional.

¿Cómo cuidar la piel en la alberca? Primeros pasos esenciales

Aunque cuidar la piel en la alberca no es para nada difícil, sí se trata de un asunto que implica compromiso y rigor. No obstante, conforme pasen los días, verás que se convertirá en una rutina sencilla que, incluso, desearás adaptar a tu día a día.

Nutre y humecta tu piel con intención

Si bien comer saludable y beber suficiente agua es un paso primordial y fundamental; nutrir y humectar desde afuera, de manera tópica, definitivamente contribuye notablemente para lucir una piel radiante en todo sentido.

Para ello, no basta con elegir un sérum o crema hidratante cualquiera. Lo ideal es inclinarse por fórmulas con ácido hialurónico o bien, plagadas de antioxidantes como la vitamina C, E o niacinamida, además de apostar por componentes regenerativos que promuevan la producción natural de colágeno, como el retinol.

Esta acción, por simple que parezca, mantendrá la piel sana haciéndola menos propensa a deshidratarse y resecarse fácilmente con el agua clorada y la exposición al sol.

Elige el fotoprotector adecuado según tu piel

Sí, todos los protectores solares faciales y corporales tienen la capacidad de proteger la piel contra los rayos UV. No obstante, pueden hacerlo de manera mucho más efectiva e incluso proporcionar beneficios adicionales si se eligen con cuidado.

He ahí que entre los consejos más certeros para aprender cómo cuidar la piel en la piscina sea considerar tanto tu tipo de piel y sus necesidades, así como tu estilo de vida, rutina y tipo de actividades que vas a realizar mientras vacacionas. Créenos, cada producto que elijas resultará mucho más efectivo al doble.

Por otro lado, es importante elegir un protector solar de amplio espectro contra rayos UVA y UVB con SPF de 30, 50 o más, y aplicarlo 30 minutos antes de salir al intemperie, sin olvidar zonas como orejas, labios, pies y parte trasera del cuello.

Evita la exposición solar prolongada sin protección

Podrá parecer una obviedad, pero no está de más recordar que la exposición prolongada al sol puede resultar sumamente nociva para la piel, incluso si se lleva protector solar.

Lo más óptimo es evitar exponerte al intemperie en horarios en los que el sol se encuentra en su punto más alto, procurando lugares frescos y sombreados de 11:00 a.m. a 4:00 p.m., o bien, en caso de ser necesario, siempre llevar prendas de telas frescas y transpirables o con filtro UV, lentes y sombrero.

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 Reaplica protector solar constantemente (sí, todo el día)

Si hay un consejo que los dermatólogos no dejan de mencionar cada vez que preguntamos cómo cuidar la piel si vas a la playa, ese es sobre la importancia de replicar el protector solar varias veces al día y cuántas veces sea necesario. Porque realmente se trata de la mejor forma de mantener una protección constante, reforzando la barrera protectora a lo largo del día.

¿La clave para hacerlo correctamente? Reaplicarlo cada 3 o 4 horas en condiciones normales, o cada 2 horas, especialmente si abundan las actividades intensas, bajo el agua o cuando la temperatura del ambiente sube ocasionando mayor sudoración.

Pon atención a los cuidados posteriores

Tras un día completo bajo el sol, los cuidados posteriores son tan importantes como las rutinas de prevención. Y es que se trata de un paso en que se le dará prioridad a la regeneración de piel.

Un buena forma de empezar es limpiando la piel a profundidad para eliminar cada partícula de sudor, arena, polución y hasta restos de protector solar y otros productos; seguido de una aplicación ligera de after sun o gel de aloe vera para calmar, refrescar y regenerar la piel, previniendo que se irrite, enrojezca y descame.

Finalmente, sellar tu rutina con un buen suero corporal y facial, además de una crema ultra hidratante, también ayudará a que cuidar tu piel sol mientras estás en la playa, ¡sin falla!


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