Materias primas tendrían una baja en 2026, estima el Banco Mundial


La Chispa les informa que el organismo prevé que los precios mundiales caigan este año un 12.4% y en 2026 un adicional de 4.8%, su nivel más bajo en la presente década. Según las estimaciones del Banco Mundial, las materias primas a la baja en 2026 podrían representar un punto de inflexión económico, con implicaciones tanto positivas como riesgosas para distintas regiones del mundo.
Pronóstico del Banco Mundial para las materias primas
El Banco Mundial prevé que los precios mundiales de las materias primas caigan este año un 12.4% y en 2026 un 4.8% adicional, su nivel más bajo en seis años y un descenso que podría mitigar los riesgos de inflación derivados de las tensiones comerciales.
“El débil crecimiento económico coincide con un abundante suministro de petróleo, lo que previsiblemente hará caer los precios mundiales de las materias primas a su nivel más bajo de la década de 2020”, indica la organización en su última perspectiva de los mercados de materias primas.
Impacto de la caída en los países en desarrollo
El estudio, publicado este martes, anota que esta disminución podría moderar los riesgos de inflación a corto plazo derivados del aumento de las barreras comerciales, aunque también podría obstaculizar las perspectivas de progreso económico en “dos de cada tres economías en desarrollo”.
Esta dualidad en el impacto económico obliga a analizar tanto los beneficios del abaratamiento de insumos como los desafíos en ingresos por exportación de materias primas, especialmente en regiones vulnerables.
Materias primas a la baja en 2026: consecuencias inflacionarias
En sus previsiones de octubre, el Banco Mundial había anticipado que los precios de las materias primas iban a caer en 2025 un 5.1% y en 2026 otro 1.7%. Sin embargo, la nueva actualización indica una caída más pronunciada, lo que eleva el debate sobre cómo esto afectará las políticas monetarias globales.
Materias primas a la baja en 2026 también puede significar un alivio inflacionario, como lo evidenció la baja en los precios desde 2023, que ayudó a contener la inflación general en todo el mundo. Esta dinámica se convierte en un punto clave para los bancos centrales que aún enfrentan presiones sobre los precios.
Energía, petróleo y sus efectos en la inflación
El estudio ejemplifica que el aumento repentino de los precios de la energía añadió más de dos puntos porcentuales a la inflación mundial en 2022; pero que en 2023 y 2024 la disminución de esos precios “contribuyó a reducir la inflación”.
“Se prevé que esta tendencia a la baja de los precios de la energía se intensifique este año, lo que podría mitigar algunos de los efectos del aumento de aranceles en los precios de las principales economías”, anota el Banco Mundial.