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Xóchitl, la embaucadora

Xóchitl, la embaucadora

Xóchitl, la embaucadora
Postigo

El atuendo de indígena es un disfraz más de Xóchitl Gálvez. La hemos visto con el uniforme del Cruz azul, de botarga de dinosaurio, de Houdini encadenada, de ciclista improvisada, de niña traviesa en una piyamada, de agente fiscal de los sanitarios de un mercado, de agente de tránsito en Miguel Hidalgo, de brigadista sanitaria en un puesto de comida ambulante, de vende-votos el día de las elecciones, de tal manera que no adopte el disfraz de candidata como una pieza más de la mascarada en la que ha convertido su vida.

Desde el origen de su vida trata de tergiversar la realidad, crea una historia paralela alejada de la realidad, pero, o más grave es que su plataforma de despegue y la justificación de su candidatura es la fantasía con la que vuelve su vida asegurando que era pobre, que vendía gelatinas, que caminaba “dos pueblos” para llegar a su escuela cuando en realidad estaba a dos cuadras, , que los maestros eran unos flojos, que papá era alcohólico y quiso matar a su mamá con un molcajete, etc.

Si destroza la dignidad de sus familiares más cercanos que no podrá sacrificar en nombre de sus ambiciones. Anteriormente sólo era el disfraz, ahora, como candidata debe manejar guion y disfraz lo que para ella es una experiencia nueva y más compleja que o durará mucho soportándola, menos aún si a eso sumamos las críticas que se multiplican por mentirosa.

Primero fue el primo de Xóchitl, Juan Gálvez González, quien desmintió mucho de las mentiras sobre la lejanía de su escuela, la pobreza de su familia, y la necesidad de trabajar a edad temprana. Ahora fue su tía Macrina Gálvez, hermana de sus papás, quien asegura que su papá no era un alcohólico, ni le pegaba a la madre de la panista, y afirmó que siempre le ayudó mucha gente a llevar a cabo sus estudios. Además, nunca hizo nada por el pueblo que al vio nacer, donde sí hay gente muy pobre.

Después vino la declaración de la profesora de la primaria Francisco I, Madero, María Magdalena Hernández, quien dijo sentirse ofendida por las expresiones de Xóchitl, quien las calificó de flojas, irresponsables e ignorantes.

Ahora no sólo Xóchitl miente sino que atenta contra la imagen de personas que ni conoce porque pocas veces ha visitado su lugar de nacimiento. a pesar de que no está lejos de la capital del país. Se trata de un delito que debe ser castigado porque atenta contra la integridad de personas que están vivas y que deteriora su imagen. Xóchitl, sólo por eso, debería estar en la cárcel. Toda la mentira que rodea a Xóchitl Gálvez es una plataforma fantasiosa para que al crean los más ingenuos o los odiadores de tiempo completo del Presidente que lo mismo se suben a un burro si saben que va en sentido contrario al camino de la 4T.

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Cada día surgen más evidencias de las mentiras de una candidata que crea su plataforma electoral en una pobreza ficticia, mediática, cosa que no hacen quienes verdaderamente han surgido desde abajo. Así como hay gente que no puede vivir sin mentir hay quienes les gusta que les mientan y más aún si esas mentiras pueden fortalecer su lucha por derribar el muro de la 4T.

La pobreza de oropel de Xóchitl Gálvez, es sólo parte de una publicidad, que anuncia un medicamento milagro que dice ser bueno para todo mal, cuando en realidad sólo es un placebo y en este caso, ni a eso llega.

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