Veracruz sin oposición
Hay rumores que sólo repercuten en los medios convencionales, la espectacular subida de popularidad de la candidata de la alianza opositora, los malos augurios de un gobierno de Morena, la creación de un partido encabezad por Xóchitl, etc. dentro de esos mitos periodísticos que sólo sucedieron en la imaginación y la cuenta bancaria de los medios está el momento en que se dijo que en las elecciones de Veracruz el gris Pepe Yunes estaba alcanzando, incluso superando, a Rocío Nahle.
La trampa era simultánea y ocurría en los medios como campo de batalla; por un lado, los Yunes contrataban a Arturo Castagné para que iniciara la guerra sucia y, por el otro, se decía que ya había alcanzado el opositor a la ex secretaria de Energía. Las mentiras como frentes de guerra electoral tenido como campo de batalla los medios.
Todavía hay quienes, en Veracruz, creen que hubo algún momento en el que Yunes se había acercado a Nahle en la intención del voto. Hubo algunos que lo creyeron a pesar de la falta de lógica de la noticia propagada por los medios mediocres de la entidad La condición actual del Congreso local confirma que nunca se movió de su lugar. Actualmente, el Congreso local de Veracruz, conformado por 50 legisladores, 41 de Morena y sus aliados, el resto para el PAN, con 5. PRI y MC, empatados con dos diputados locales cada uno. Para tener mayoría calificada basta con 33, Morena tiene 8 más de lo necesario.
Los últimos meses de la legislatura local pasada, la oposición no tenía diputados, con estos resultados nadie puede afirmar que mejora, al contrario.
La proporción de los legisladores veracruzanos deja en claro que nunca Pepe Yunes pudo acercarse a Rocío Nahle; sin embargo, había cierta creencia minoritaria que lo afirmaba como un hecho. También queda claro que el estado dejo de ser, desde hace años un bastión priista y que el PAN no podría recuperar simpatías en mucho tiempo en la entidad.
Durante la campaña nunca preguntaron a los veracruzanos por su preferencia electoral en la Cámara de Diputados estatal. Dicha condición, cálculo o estadística estuvo alejada de los medios y fuera del control de la oposición, lo que importaba era la gubernatura. Imponer a un títere y hacer el mayor daño posible en el contrincante era la única consigna.
Ahora que la cuestiona, dentro de sus limitantes, la gestión del gobernador saliente, su opinión crece de validez. Los legisladores del PAN, PRI y MC no representan a nadie. La única manera de decirle a los veracruzanos que existen, es haciendo mucho ruido para que parezca que tienen fuerza.
Tomar en cuenta sus audacias sería políticamente incorrecto, incluso con la generosidad que obliga la democracia. No hay contrapeso y por lo tanto, no puede haber atención a lo que nueve veracruzanos de la oposición parlamentaria.
El termómetro de las simpatías hacia Morena o el avance de la oposición, nadie puede medirlos ante tal diferencia de participación política. La oposición no existe en Veracruz. La lucha que viene será una gran oportunidad para medir la fuerza de la oposición hasta cambiar de Congreso local.
Las elecciones para las presidencias municipales mostraran una lectura que deben estudiarse en todos los ámbitos de la política nacional. Un aviso para quienes ganan y una advertencia para quienes pierdan.
El año electoral en Veracruz es un laboratorio que debe mantener la atención de todos, la población calificará el buen gobierno a los que en realidad hicieron bien las cosas; de no ser así, hay un aviso que deberán tomar en cuenta en el partido en poder, la oposición tendrá que reinventarse o resignarse a morir.
Medir los resultados de las elecciones seguramente será un nuevo golpe para los medios convencionales que quieren que suceda lo que ellos quieren que suceda, aunque nada tenga que ver con la realidad.
Por sus tiempos electorales, ubicación y antecedentes Veracruz se convierte en el oráculo político electoral del país.
