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Vecinos distantes o la “magia” de las redes

Vecinos distantes o la “magia” de las redes

Sólo para mujeres. Parte 1.

Asumimos que la cercanía con las personas con las que estudiamos o trabajamos hace mucho tiempo es imposible. Nuestras nuevas rutinas, geografías, tiempos y compromisos lo impiden. Pero la cercanía si es posible.

Es posible que cuanto más tiempo estemos en la fuerza laboral, más grande se vuelve nuestra red. Antiguos colegas, conocidos de conferencias, alguien que alguna vez se puso en contacto a través de LinkedIn…nuestra red podría incluir fácilmente a cientos o incluso miles de personas. Pero independientemente del tamaño, mantener nuestra red puede marcar una gran diferencia para su éxito profesional a largo plazo.

Inicialmente puede ser una tarea desalentadora. ¿Tengo que consumir varias horas la día para llamar a personas que no veo en más de tres años y con aquellas que ya casi no recuerdo?

En realidad, la red activa sólo requiere disciplina. Existen dos maneras de generarlo de manera automática: sólida actividad en las redes sociales y notas pertinentes para que recordemos quién es cada uno de nuestros contactos.

Enviar notas de prensa con temas específicos a los contactos, recordar los intereses y hobbies de cada uno, enviarles regularmente notas de prensa, tips o libros digitales sobre sus temas de interés son formas de mantener la red activa.

También conviene compartir logros, estudios, inquietudes y reflexiones con nuestros amigos, aunque a algunos de ellos no los conozcamos personalmente. A priori asumimos que siempre existe algo en lo que podría servirles, no que nos pueden redituar.

La presencia en las redes sociales es imprescindible. Para muchos profesionales, eso se hace de manera más efectiva en LinkedIn, un lugar donde cree que las personas realmente van para aprender y conectarse. Las claves para usar bien LinkedIn son la consistencia y la marca. Publicar regularmente, al menos un par de veces a la semana, permite construir una marca personal que muestra nuestra experiencia única.

En las redes, el contenido puede y debe variar en formato, desde publicaciones escritas hasta artículos compartidos y apariciones en video. Esta frecuencia puede ser intimidante, pero sostiene que el esfuerzo vale la pena. La naturaleza de estas redes, en las que las personas pueden compartir y volver a publicar contenido, genera nuevas conexiones.

Ahora, cada red requiere distintos tipos de contenido. Estos son los más usuales:

Instagram: Priorizar imágenes y videos de alta calidad. Usar historias y reels para contenido dinámico. Mantener un diseño visual coherente y utilizar hashtags estratégicamente.

Facebook: Publicaciones con imágenes y videos tienden a generar más interacción. Crear contenido que invite a la conversación y usar grupos para conectar con comunidades específicas.

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X (antes Twitter): Ideal para contenido breve y directo. Usar hilos para desarrollar ideas y aprovecha tendencias y hashtags. Publicar con frecuencia para mantener relevancia.

LinkedIn: Perfecto para contenido profesional y educativo. Compartir artículos, infografías y experiencias laborales. Usar un tono más formal y estructurado.

TikTok: Priorizar videos cortos y entretenidos. Ser auténtico y utilizar tendencias para aumentar visibilidad. Experimentar con efectos y sonidos populares.

YouTube: Crear contenido de formato largo con valor agregado. Cuidar la producción y optimiza títulos y descripciones para el algoritmo. Interactuar con los comentarios.

Existen muchas maneras de presentar contenido: videos, infografías, presentaciones interactivas, carruseles o abanicos, videos animados…


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