UNA APORTACIÒN OBRADORISTA: (El inicio de la democracia en México)
- Por Rodolfo Lara Lagunas
Ha terminado el sexenio del cambio. Con treinta millones de votos Andrès Manuel Lòpez Obrador llegó a la presidencia de la república mexicana. El tabasqueño, nacido en el municipio de Macuspana, del pequeño pueblo de Tepetitàn, por más de 30 años se enfrentò a múltiples obstáculos; todos contra la corriente. Se confrontò con el poder hegemònico del poderoso sistema político surgido de la revolución mexicana, el priato , o doña Porfiria, como le llamó el historiador Daniel Cosìo Villegas. O, la dictadura perfecta como le denominò el escritor y premio nobel de literatura, el peruano Vargas Llosa.
La travesía no fue fácil, dado el poderìo del invencible que utilizaba la cooptaciòn y la represión como armas para aplastar toda disidencia. Èsta última se fue incrementando a partir del encarcelamiento del líder ferrocarrilero Demetrio Vallejo y otros dirigentes en 1959, siendo presidente el priista Adolfo Lòpez Mateos, así como el cese de miles de ferrocarrileros por realizar un paro laboral. Vallejo estuvo preso once años. Y todavía un grupito de trabajadores y miembros del poder judicial acusan hoy a AMLO de dictador, después de que hasta la fecha, junto con sus partidarios, nunca han sido reprimidos y después de realizar, además del paro ilegal, actos violentos e incitar al linchamiento.
La represión priista llegó al crimen montruoso, sin piedad alguna, con el asesinato del líder campesino morelense, Rubèn Jaramilllo, su esposa embarazada y sus tres hijos menores de edad en Xochicalco, Morelos, el 23 de mayo de 1962. Y para que vean como era la democracia priista reproducimos un fragmento del artículo que escribió en la revista Siempre! el escritor Carlos Fuentes:
“ Lo empujaron hacia abajo. Jaramillo no pudo contenerse, era un leòn de campo. Ese hombre se lanzó a la fiesta de los asesinos. Estaba defendiendo a su esposa y a sus hijastros (los tres menores de edad), lo derribaron con las culatas de sus rifles, en donde le sacaron un ojo. Epifanìa se arrojò sobre los asesinos. Le arrancaron el rebozo, le arrancaron el vestido, la tiraron a las piedras. Un hijo los maldijo. Abrieron fuego y él se agachò y cayó junto a su madre sobre las piiedras. Cuando aún estaba vivo, le abrieron la boca, recogieron puñados de tierra, le abrieron la boca y riendo, la llenaron de tierra. Después de eso todo fue rápido. Los otros hijos cayeron acribillados a balazos. Las ametralladoras escupieron sobre los cinco cuerpos caìdos. El escuadrón esperò a que dejaran de respirar. Pero seguìan viviendo. Pusieron la pistola en la frente de la mujer y de los cuatro hombres. Dispararon los tiros finales.” La llamada operación Xochicalco fue ordenada por el presidente priista Adolfo Lòpez Mateos.
Entonces , recuerdo muy bien, yo trabajaba en la comunidad Real del Puente perteneciente al municipio de Xochitepec, Morelos. Iba saliendo de la escuela, al terminar las clases, y al dirigirme a la salida me encontrè a un campesino con el que con cierta regularidad me reunía por las tardes en la escuela bajo un árbol para platicar sobre los problemas locales. Ese día del asesinato colectivo le vi la mirada como viendo a la nada, si es que èsta existe, caminaba lento y al acercarse a saludarme, con las làgrimas escurriendo por el rostro curtido sólo pudo decirme: __maestro mataron a Jaramilllo estos hijos de la chinga …Y ya no pudo decir más. Se quedó sin palabras, mirando al cielo, como si allí encontrara consuelo. La verdad me estremeció la noticia que recorrió el área campesina como un violento viento. Xochicalco está a menos de una hora de Xochitepec.
La represión tuvo su climax cuando los presidentes priistas Gustavo Dìaz Ordaz y Enrique Peña Nieto usaron a las fuerzas armadas para reprimir, esto es, asesinar, encarcelar y desaparecer a miles de estudiantes, el primero en 1968, con la matanza del 2 de octubre y el segundo con la desapariciòn de 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa, Guerrero, el 26 de septiembre de 2014, hace diez años.
Con toda esta estela de represión criminal – y he citado sólo una parte-por parte de los gobiernos priistas ¿còmo se atreven a condenar de dictador al único presidente que no ha usado al ejército, ni la tortura, ni las cárceles contra quienes lo insultan ¡de loco, desquiciado e indio patarrajada Su indignación raya en locura porque Andrès Manuel Lòpez Obrador en lugar de enviar a las fuerzas armadas a reprimir al pueblo le ordena en su condición de Comandante Supremo contribuir al engrandecimiento del país para participar en la construcción de magnas obras, en manejar los Bancos de Bienestar y en frenar la terrible corrupciòn de las aduanas.
Con AMLO, por primera vez, la república respira los aires democráticos. O ¿ quieren regresar a la guerra sucia o a la llamada guerra de baja intensidadad en donde el pueblo pone los muertos y desaparecidos? La inseguridad que todavía prevalece es producto de la larga noche neoliberal prianista en donde se iniciò la alianza de funcionarios con las bandas criminales. Y si los abogados de Genaro Garcìa Luna (¡encargado de la seguridad nacional en el régimen del panista Felipe Calderòn, hoy refugiado en España!) sólo piden 20 años de prisión es porque están reconociendo la condición de delincuente de su cliente.
El triunfo estruendoso de Claudia Sheinbaum representa el éxito popular de la 4T y su ideòlogo y dirigente que sale por la puerta grande y entra a la historia de Mèxico. Por eso, ¡es un honor estar con Obrador!
Hay algo que todavía no han entendido los prianistas, sirvientes de la oligarquìa, junto con sus comentaristas en los medios de comunicaciòn que controlan, que son la mayoría: el efecto de la represión, que anula la democracia.
Por desconocimiento de la historia nacional ignoran que a medida que la represión avanza contra el pueblo el gobierno empieza a perder partidarios. La represión genera rebeldìa y finalmente revoluciones. Y México ha tenido tres grandes revoluciones sumamente violentas, producto de la miseria y represión de su población. A este fenòmeno se referìa el médico argelino Franz Fanòn en su libro “Los condenados de la tierra”. Por cada preso o asesinado o deaparecido surgen mínimo diez rebeldes entre los parientes y amigos de quien padeció la represión.
Esto, además de comprobarse en la historia de México, lo pude constatar cuando murió Lòpez Mateos. Siempre que he ido a la ciudad de México, si tengo tiempo me gusta permanecer una hora más o menos sentado en una banca en el parque La Alameda. Atràs del Palacio de Bellas Artes había un pequeño restaurante en donde iba a comer; de ahí cruzaba la calle para instalarme en la Alameda.
El día que murió Adolfo Lòpez Mateos hice la misma operación. Cuando ya estaba en una de las bancas sentado vi llegar a tres ancianos vestidos con sus overoles y la tradicional gorra de los ferrocarrileros. Se sentaron en la misma banca en que yo estaba. Me hicieron el respectivo saludo y se sentaron.
En eso pasó un niño como de doce años anunciando en el diario de la tarde que producía Excelsior “Murió el expresidente Lòpez Mateos después de una prolongada agonìa.”. De inmediato lo llamè y le comprè un ejemplar. Leì el texto y lo mantuve en mis manos recordando al expresidente. Uno de los tres ancianos, al ver que ya no seguía leyendo el vespertino me lo pidió prestado. Se lo entreguè y lo fue leyendo en voz alta a sus otros dos compañeros. Al terminar de leer uno de sus acompañantes soltò una frase que me estremeciò: __Ya viste como diosito santo y la virgencita de Guadalupe nos concedió nuestra petición. Seis meses tardò en agonìa este hijo de la chingada.
Me quedè estupefacto. Porque pese a la represión de ferrocarrileros, maestros y el asesinato de Jaramillo Lòpez Mateos había hecho cosas positivas como la creación del libro de texto gratuido, la recuperación del Chamizal , la nacionalización de las empresas extranjeras elècricas y la defensa de Cuba en la OEA., enfrentándose así dignamente a los norteamericanos. Entonces sólo México en toda Amèrica se opuso al imperio del norte.
Como se dieron cuenta de mi sorpresa. De inmediato me aclararon. Mire joven, no es por gusto nuestro odio hacia este cabròn. No. Pero fue este hijo de la chingada quièn mandò a matar a nuestro líder de Monterrey, metió a la cárcel a nuestro dirigente nacional, Demetrio Vallejo y nos cesò a quince mil ferrocarrileros, entre ellos los que estamos aquí. Si viera por el hambre que hemos pasado por este cabròn. Por eso nuestra alegría de saber còmo sufriò para morir. ¿Nos entiende joven? Terminaron por pedirme el periódico, cosa que les entregue de inmediato. Me despedí de ellos comprendiendo su odio o coraje.
Desde entonces comprendì que un gobierno que encarcela, asesina o desaparece a sus opositores, por mucho que haga en obras materiales, el juicio tremendo de la historia le es adverso. AMLO, al no usar las fuerzas armadas para reprimir a los disidentes, como lo hizo en todo su sexenio, pasarà a la historia como un presidente verdaderamente demòcrata. Algo insòlito en toda la historia nacional. Aunque sus adversarios, que son una pequeña minoría, lo llamen dictador. Por fin ¡el sueño de Madero empezó a caminar con la Cuarta Transformaciòn y su líder histórico, Andrès Manuel Lòpez Obrador!