Terapias de conversión, negocio espiritual
La Cámara de Diputados aprobó en lo general y lo particular la reforma para prohibir las terapias de conversión. El PAN intentó retrasar el debate de la minuta, porque tiene muchos intereses en juego. Desde clínicas de conversión hasta asesoría que inducen hacia esas terapias.
Ahora que el clero tiene una participación cada vez más activa en la política hace alianza con la derecha para fortalecer ese tipo de trampas, porque en las propias iglesias existe orientación hacia la conversión, vista las preferencias sexuales como patológicas cuando no entran en el convencionalismo de sus limitadas conciencias.
Pero no sólo los sacerdotes católicos, asociados al PAN, consideran de vital importancia la terapia de conversión los evangelistas. Porque hay pastores que practican directamente este tipo de esquemas, por los que cobran grandes cantidades. Los “consultorios” se ubican dentro de los templos.
Autodenominados terapeutas utilizan medicamentos adquiridos en el mercado negro, incluso dogas para utilizar en dichas terapias, las cuales les sirven para justificar la existencia de sustancias prohibidas en sus instalaciones y, para lavar dinero. Ya que no hay tarifa sino depende de la “gravedad” del paciente es como cobran.
Las terapias de conversión son de gran utilidad para los delincuentes disfrazados de moralistas, de ahí la resistencia de la derecha por prohibirlas. Lo que menos les interesan son los asuntos morales es el negocio el que prevalece ante dicha creencia medieval.
Los partidos que apoyaron el proyecto fueron Morena, Partido Verde, Movimiento Ciudadano, Partido Revolucionario Institucional y el Partido del Trabajo. El dictamen será reenviado al Senado de la República para su aprobación.
El PAN presentó más de 90 reservas al dictamen de Protección Civil en un intento de retrasar inexplicablemente el debate sobre terapias de conversión.
En octubre de 2022 el Senado aprobó el dictamen para prohibir las terapias de conversión; sin embargo, la discusión en la Cámara de Diputados se retrasó en 3 ocasiones a petición del PAN.
Durante la discusión, el diputado del PAN Éctor Jaime Ramírez adelantó que la bancada votaría en contra del dictamen para prohibir las terapias de conversión, con el argumento de que “cae en criminalizaciones injustas” y requiere modificaciones. “Estamos en contra de aplicar penalidades a padres madres o tutores de menores que en su papel de guía y de apoyo busquen terapias o prácticas relacionadas con la exploración de las preferencias sexuales”, dijo.
En la sesión la panista Teresa Castell le sugirió a la diputada trans María Clemente García , de Morena, que “se revisara la próstata”.
La diputada María Clemente García recordó que México ocupa el segundo lugar en crímenes de odio contra la población LGBTIQ+.
Las terapias de conversión no son más que violencia que va, desde tortura psicológica, golpes, tortura con electroshock; y hasta violaciones correctivas; que ponen en riesgo la vida.
El dictamen contra las terapias de conversión busca reformar y adicionar al Código Penal Federal y agrega el artículo 465 Bis a la Ley General de Salud.
La reforma sancionará con dos a seis años de prisión a quien realice, imparta, aplique obligue o financie cualquier tipo de tratamiento, terapia, servicio o práctica que obstaculice, restrinja, impida, menoscabe, anule o suprima la orientación sexual, identidad o expresión de género de una persona.
Las sanciones aumentarán al doble cuando las conductas tipificadas se apliquen contra menores de 18 años, personas adultas mayores o con alguna discapacidad.
El dictamen también establece que los profesionales de la salud que impartan, apliquen, obliguen o financien este tipo de tratamientos serán suspendidos de su ejercicio profesional de uno a tres años.
En 2012, la Organización Panamericana de la Salud señaló que las “terapias de conversión” no tenían justificación médica y representaban una grave amenaza para la salud y los derechos humanos de las personas. En 2016, la Asociación Mundial de Psiquiatría descubrió que “no hay evidencia científica sólida de que se pueda cambiar la orientación sexual innata”.
