Tensión


Por Francisco Reséndiz
Los escándalos detonados por relaciones incómodas o los viajes internacionales que han evidenciado a líderes morenistas no es una discusión accesoria al interior de la 4T; por el contrario, ha develado una intensa lucha interna, el debilitamiento de algunos grupos y el repliegue de otros por supervivencia pura.
Y en esta coyuntura, sin estridencias, la presidenta Claudia Sheinbaum ha dejado claro que quien manda y tiene las riendas del movimiento de la Cuarta Transformación es ella, nadie más. No le ha dado la vuelta al escándalo, le ha entrado de frente y establecido una narrativa para reivindicar, ante los excesos, los principios del lopezobradorismo.
La Presidenta ha puesto orden. Su molestia la ha transmitido la dirigente nacional de Morena, Luisa María Alcalde, a todos los liderazgos, legisladores y gobernadores de la 4T, recordando que su movimiento se rige por el servicio honesto al pueblo, la austeridad y la humildad en el ejercicio del poder.
Sin embargo, de acuerdo con integrantes de la cúpula morenista, hay dos personajes muy inconformes con el llamado a respetar los ejes de la 4T. Se trata de Andrés Manuel “Andy” López Beltrán, secretario de Organización de Morena, quien incluso en corto acusa traición de su dirigencia, y el líder de los senadores morenistas Adán Augusto López Hernández.
Andy y Adán Augusto son los dos hombres más cercanos al ex presidente Andrés Manuel López Obrador y nada más se encargan, respectivamente, de operar la organización del partido para consolidar su presencia en todo el territorio nacional en la misión del cambio de régimen y conducir la negociación del proceso legislativo en el Senado.
Hay grupos en Morena que no les ha gustado que desde Palacio Nacional no se apoye la narrativa de que lo que viven son ataques orquestados desde la derecha, de la oposición, de los adversarios a su movimiento o que fueron espiados en su vida privada para controlar la crisis. Pero la Presidenta, me aseguran, esta convencida en no defender los excesos.
Y tan es así que hay otro asunto que comienza a incomodar en la casa presidencial y que tiene que ver con el comportamiento de algunos integrantes del movimiento en el ejercicio del poder. Se trata de una gobernadora que por torpeza política, indolencia, prepotencia y soberbia, ha generado una cadena de errores que, prevén, cobre factura.
La Presidenta tiene claro que requiere del apoyo de grandes liderazgos del movimiento para concretar su proyecto de nación y consolidar el nuevo régimen político del país, pero los errores de esos mismos liderazgos pueden representar más negativos simplemente – de acuerdo con las fuentes consultadas- por reproducir las prácticas que siempre combatieron.
Así, mientras que en la cúpula morenista se levantan cejas, cada vez con mayor frecuencia, sobre el comportamiento de algunos liderazgos, al mismo tiempo se fortalecen otros cuadros como -pese a las dudas sobre ella- como Luisa María Alcalde, el titular de la SEP, Mario Delgado, y el diputado Alfonso Ramírez Cuéllar.
Por cierto… en Palacio, me comentan, no gustó para nada la carta de López Beltrán para justificar y defender sus vacaciones en Japón; incluso hubo risas y críticas por irse de paseo antes de cumplir un año en el cargo como responsable de la cartera de Organización de Morena y que habría un Consejo Nacional donde se definiría el rumbo del movimiento.
Ahí el partido determinó ir por más de 70 mil comités a lo largo de todo el territorio nacional con el objetivo de defender el proyecto de la Cuarta Transformación y realizar un intenso activismo político para construir cuadros y candidaturas… y Andy no estuvo presente pues necesitada descansar tras “extenuantes jornadas” laborales.
Hay molestia en algunos grupos contra las posiciones de la cúpula, pero no son suicidas, harán política para recomponer su relación con la Presidenta y el resto de la cúpula morenista, pero eso no garantiza que se evite una eventual ruptura. Será cuestión de voluntad.
RADAR
SIN CASUALIDADES Lo que ocurrió el pasado martes en la zona Esmeralda de Atizapán fue un claro mensaje. Ahí estuvieron el magistrado presidente electo del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México, Héctor Macedo García; la ministra electa de la Suprema Corte, María Estela Ríos; el alcalde Pedro Rodríguez; y el empresario Luis Montaño.
El lugar: Los Azulejos, uno de los espacios más exclusivos del municipio. El motivo oficial: presentar una visión de justicia con rostro humano. El verdadero motivo… se leyó entre líneas. No cualquiera convoca a esa altura del tablero. No cualquiera junta a un ministro, un alcalde y una futura integrante de la Corte en su propio territorio. No cualquiera logra que lo respalden de frente sin decirlo abiertamente. Montaño lo logró, me hacen ver.
En política, nada es casual. Si la ministra fue es algo simbólico. Si el alcalde estuvo, es porque supo leer el mensaje. Y si Montaño encabezó… es porque lo están dejando avanzar.