Siete frases para vender
Saber vender es una competencia que revive continuamente su valor y vigencia en el campo corporativo. Incluso, se presume como la primera característica del emprendedor. Aun que implica una serie de destrezas tan divergentes entre sí como la sociabilidad y constancia, la comunicación resulta trascendental.
Así, poco a poco se ha conformado un amplio código verbal para convencer. Aunque con el tiempo las frases claves se depuran y se actualizan a distintos contextos, siempre preservan un tono directo, altamente pragmático y, al mismo tiempo, con un halo de subjetividad capaz de adaptarse a los deseos de cada consumidor.
Si en la magia las palabras son claves para crear sortilegios, en el proceso de venta algunas oraciones catapultan el poder de seducción y logran concretar ventas.
Los especialistas aseguran que existen siete frases “mágicas” que debemos incorporar paulatinamente a nuestro vocabulario empresarial-
Una es “mi producto es ideal para…” aquí se deben enumerar los posibles usos y tipo de consumidores que se beneficiarían con el bien enumerado. Se trata de una frase altamente pedagógico: enseña al consumidor a aprovechar diferentes usos y ampliar las posibilidades acotadas a una categoría.
Por supuesto, se trata de llevar al posible usuario de las infinitas posibilidades de un factor imaginado, e incluso trivial. Es “mírame”. Y aquí es donde puedan ayudar a “educar” al consumidor y expandir su imaginación.
La segunda frase es altamente inspirativa: Mi producto es especial porque…
Esa frase es el preludio a una historia fantástica imbricada con los consumidores de alguna manera. Trata de historia, de la decisión de los pioneros por crear esta solución o servicios, apoya un deseo, aparece como una ruta casi imperceptible de la idea, da cuenta de la unicidad…
“Mi producto tiene magia por dentro…” ¿Ambiciosa o muy disparatada? La frase invita a la imaginación y al deleite. Es una puerta abierta a la imaginación, a lo ilimitado, sorprendente y único. Es a partir de esta frase cuando el posible usuario se involucra emocionalmente con la marca.
Mi producto tiene un empaque conveniente… es otra de las frases que permiten la conversión. Está alineado a los valores de usabilidad y conveniencia de la envoltura y presentación. Es un área clave para mostrar sustentabilidad y cuidado medio ambiental.
“Mi producto aporta tal cosa…” es una oración que no se debe soslayar. Representa un argumento de ventas contundente. Beneficios a veces no tan evidentes pueden encajar con las expectativas de los clientes. Beneficios funcionales que pueden no conocer, les dan una razón para comprar el producto
“Mi producto le simplifica la vida…” es una frase llamativa, esperanzadora y vendible. Procesos previos que simplifican la vida a los clientes, generan valor. Adelantarles trabajo les ahorra tiempo. Entonces conviene indagar: ¿Algo de sus procesos anticipados que le faciliten la vida a sus clientes?
La frase convincente número siete es: Mi producto le quita un dolor de cabeza…
Una vez más, su producto puede simplificar la vida, brindar comodidad y conveniencia al cliente, pero no necesariamente lo está comunicando. Dígalo, expóngalo, cuéntelo. ¿Dónde? En todas partes. Es importante indagar:¿Algo de su producto que genere conveniencia?
Y aunque cada una de las frases enumeradas parece reiterativa, e incluso sosa, vale recordar que cada una de las frases enumeradas está relacionada con áreas específicas del cerebro, cada una convence desde distintas dimensiones.