Sanear Morena Tabasco
El amplio movimiento social que dio origen a Morena como partido político no estuvo exento de que se incorporaran “infiltrados” o “grillos”, cuya misión sigue siendo el de la confrontación y la traición para intentar ahora hacer el mayor daño posible.
En Tabasco, el movimiento también fue generoso: aceptó y dio oportunidad a muchos de ocupar posiciones directivas o de poder en el proceso de conversión a un partido que hoy es gobierno y que, en consecuencia, esperaría lealtad y compromiso, mucho más de quienes ocupan un cargo de elección o en la administración pública estatal.
Los recientes acontecimientos relacionados con la inseguridad que no han impedido ni opacado el avance del gobierno de territorio que encabeza Javier May Rodríguez, ha dejado al descubierto a los primeros infiltrados que públicamente denunció el dirigente estatal de Morena, Jesús Selván García, en Teapa, durante la renovación del Comité Municipal.
Para nadie es un secreto que ante la ausencia de una oposición que amenace o convenza, el mayor adversario de Morena y del gobierno son los militantes sin compromiso y en particular los infiltrados que ingresaron vestidos de ovejas y muy pronto están exhibiéndose – y siendo exhibidos- como “lobos” que solo ven por sus intereses políticos.
Lo importante ahora es que, ya ubicados los primeros detractores en el inicio del gobierno estatal y de cara al proceso del 2027-, la dirigencia de Morena nacional y estatal inicien un sano proceso de renovación de sus militantes que, digamos, indirectamente lo hacen con el empadronamiento y afiliación en curso, pero que al mismo tiempo haya una depuración y/o expulsión de infiltrados, hayan provenido o no del PRI o PAN.
Los actuales momentos políticos y sociales no deberían admitir ni posiciones tibias o neutrales, ni mucho menos ataques de quienes se supone son militantes o aliados naturales del gobierno en turno, por ocupar un cargo de elección popular, y no adversarios o enemigos como lo han dejado de manifiesto.
Los tiempos y circunstancias que vive Morena le están presentando una clara oportunidad para despojarse de los infiltrados que ya se exhibieron y de algunos más que permanecen con piel de oveja en el partido y en la administración y que no están valorando la oportunidad dada ni el momento histórico que viven bajo el liderazgo del primer gobernador genuino de la izquierda.