El tiempo es relativo como se muestra en Alicia en el país de las maravillas. Es pretexto para imbricar miles de historias y para crear realidades paralelas y universos surrealistas, pero también conforma el principal motivo de estrés empresarial.
Entre las habilidades gerenciales que menos se dominan en las culturas latinas está la gestión del tiempo. Pareciera que su carácter abstracto lo volviera menos maleable.
Entonces se desconoce cómo generar mayor productividad y más eficiencia. Se corre contra reloj para cumplir metas mientras el agotamiento se agiganta. “Perder el tiempo” es una queja común entre gerentes de diversos sectores económicos que no encuentran como maximizar este recurso impredecible y huidizo. Empero, hay acciones simples que permiten la mejor gestión del tiempo.
Entre las estrategias funcionales destaca la “Regla de cinco”: cinco grandes logros en un año. Implica dedicar alrededor del 95 por ciento del tiempo a esas metas prestablecidas. Esto porque se fija la atención y trabajo en lo importante y se desestiman recursos a lo no esencial.
El enfoque, entonces, está en lo que vale la pena.
Ahora, debe considerarse que entre los ladrones de energía y tiempo aparecen las interacciones. Sin embargo, aunque algunas son esenciales, otras no enriquecen nuestras perspectivas. Por ello, antes de establecer entrevistas o reuniones, conviene analizar el costo/beneficio que reportará. Entre los activos a evaluar está el tiempo. A veces es conveniente optar por reuniones vía meet o intercambios telefónicos, vía correo electrónico o whattsApp en lugar de reuniones cara a cara.
En cuanto a las reuniones conviene prestablecer objetivos y metas, determinar quienes son responsables de tales acciones y establecer un cronograma en el que se pacten cumplimientos parciales. Esto evitará tener más personas que las esenciales, redundar en el trabajo y maximizar el tiempo de cada colaborador.
En la gestión del tiempo también hay otra acción crucial: Las personas que obtienen puntuaciones altas en prosperidad, resiliencia, bienestar psicológico y compromiso tienden a tener al menos dos, y generalmente tres grupos con los que interactúan fuera del trabajo. Pueden ser clubes de lectura, grupos para cenar y “prospectar” o comentar noticias. Es crear mayores dimensiones a nuestra vida y aprender a disfrutar el tiempo.
Un consejo sabio, finalmente, es anotar las acciones a realizar cada día. Esto conforma mayor orden y cumplimento. Con esto, es posible que la vieja petición de pedir al tiempo que vuelva quedará atrás.
