Mostrando los ases
Sin lugar a dudas el dueño de Televisión Azteca y muchas otras empresas, Ricardo Salinas Pliego, es un hombre muy rico, aparte de valiente. Y no se trata de hacer señalamientos fuera del tema político, pero el señor Salinas hasta ahora ha tenido la valentía de decir las cosas por su nombre, y aunque eso le haya generado animadversiones, poco le importa, porque hasta ahora ha hablado con la verdad acerca del fenómeno político.
Ricardo Salinas Pliego, aparte de ser un o de los hombres de negocios más acaudalados del país, tiene la valentía de decir las cosas como las siente, o como se dice en el argot popular, “como van” y de ahí no se ha salido, es decir que hasta ahora ha estado haciendo valientes señalamientos acerca del fenómeno político, la circunstancia de este país, y las graves equivocaciones que se han hecho desde el gobierno en turno.
Por lo pronto el Presidente de la Republica, Andrés Manuel López Obrador, dejó pasar las críticas que el señor Salinas le ha hecho a su gobierno, quien declaró que “nos está llevando por mal camino”, y si alguien sabe de comunicación, y de cómo ganar dinero, el dueño del emporio televisivo Azteca le da las buenas y las malas a quien se le pare enfrente con cualquier tema político.
Al presidente de la Republica no le quedó más que suavizar sus declaraciones, sabedor de que cada día, el absoluto poder que alcanzó a tener y mantener, se le ha comenzado a achicar, y que ya no es aquel que todo lo sabía, que todo lo decidía, que todo lo indicaba, que todo lo asumía, porque el declive va a ser constante en los últimos meses de su mandato, además de que por mucho que pretenda ayudar a la Señora Sheimbaun, no calienta ni al que tiene en casa, que por cierto se apellida Imaz.
Con cuanto cuidado se expresó el Presidente de la Republica del empresario Ricardo Salinas Pliego, porque sabe que su declive es inevitable, y mas le vale dejar de lado sus reyertas porque ya no cuenta con el poder omnimodo que alcanzó durante su mandato. Pero también espetó: “vivímos en un país libre, que se expresó ayer Ricardo Salinas Pliego con holgura, sin ninguna limitación, y no pasa nada, nada. Eso antes no se veía, y aquí no pasa nada, se respeta, es sagrada la libertad en general y la libertad de expresión en particular”. Mendigo desgraciado sea el inquilino de Palacio, porque quien se dedicó a sacar de los medios a los periodistas incómodos, fue el mismo que ahora se siente una pera en dulce. Mendigo desgraciado!! Al tiempo.