Monreal contra Morena
Triques Por José García Sánchez
La estrategia de Monreal por dividir hasta deshacer a Morena, no tiene límites. Porque los últimos hechos lo muestran como el gran estratega del sabotaje contra Morena.
De no ser así se exhibe como un ingenuo ladrón que ni siquiera sabe utilizar las triangulaciones de la administración pública para logar ganancias personales, a pesar de haber militado varios años en el PRI.
En el ejercicio de los altos mandos del Poder Legislativo es difícil conocer de dónde proviene el pago; sin embargo, en el caso de los libros de Ricardo Monreal, sea cual fuere el origen del dinero para su impresión, sabemos que la recuperación de su “inversión” está asegurada y con dinero de todos los mexicanos.
Es decir, escribía, publicaba y le vendía al Senado libros, con sobreprecio, lo cual le arroja un doble negocio, en primer lugar, porque recupera, con creces, el gasto de impresión, y probablemente la investigación que seguramente no realizó el senador zacatecano, y todavía le queda algo de ganancia neta.
Por si fuera poco, alguien falsificó la firma de otro miembro de la Junta de Coordinación política del Senado, Higinio Martínez, para que esos libros fueran pagados con presupuesto de la Cámara. Sumando un delito más a este proceso de autoritarismo y megalomanía.
Al mismo tiempo que Monreal ensuciaba a Morena con su conducta, su sobrina Benelly Hernández Ruedas, metía en aprietos el Presidente de la República y al partido en el poder. Al meter una iniciativa de ley que multara a quienes insultaran al Jefe del Ejecutivo.
Ley que el propio López Obrador anunció que vetaría en caso de ser aprobada por ser propia de una dictadura.
Bennelly es diputada morenista por Zacatecas; de 2015 a 2018, quien fuera directora general de Desarrollo Social en la delegación Cuauhtémoc durante la gestión de Ricardo Monreal, y quien evitara que ella pisara la cárcel, el 19 de julio de 2015 cuando fue detenida por no poder acreditar la procedencia de un millón de pesos. Problema que solucionó, su tío, en ese entonces alcalde de Cuauhtémoc, de inmediato.
La serie de declaraciones, retos, amenazas, contra las disposiciones de la 4T, caracterizan a Monreal como un factor de división en el partido en el poder, con el pretexto de expresarse de manera crítica y democrática en el partido, muestra la intención de desmembrar, no sólo de dividir.
Apoyó la creación de Fuerza por México, la candidatura de la impresentable Sandra Cuevas, amenazó con rechazar el Plan B electoral, y un sinnúmero de factores que lo definen como un traidor. La utilización del libro como carta de presentación o cheque en blanco para los electores lo remite al pasado más oscuro de la lucha electoral del país.
El simple hecho de considerar que un libro de su autoría puede ser importante, incluso indispensable para el Senado de la República habla de una magalomanía digna de dictadores. Hacer negocio con esos libros a cargo del erario, es un delito, y regalarlos a nombre propio no sólo es un acto antidemocrático sino un verdadero delito. Que merece cárcel y el desprecio de los mexicanos.
A Monreal le han perdonado muchas, no sólo el pueblo, el Presidente. Con esto ante los ojos de todos los mexicanos está fuera de las candidaturas a la Presidencia de la República, aunque oficialmente siga en el juego.
