Monreal asegura “Reformas acercan a la Constitución a sus principios revolucionarios”
“Nunca dejaré de defender nuestra Constitución, pero tampoco seré omiso respecto a los abusos que se han cometido, y se pueden llegar a cometer, tergiversando su uso y espíritu”, manifestó Ricardo Monreal, quien agregó que cuando los gobiernos no son virtuosos, la legalidad puede ser utilizada en contra de la justicia.
En el marco del 106 aniversario de la promulgación de la Constitución, el senador coincidió con el presidente López Obrador en el sentido de que durante un largo periodo el texto de la Carta Magna se alejó de su propio espíritu, aunque, acotó, a través del trabajo de las últimas dos legislaturas se han logrado conquistas legales que la acercan nuevamente a los principios revolucionarios y a su esencia social.
A través de un texto publicado en redes sociales, el coordinador de los senadores de Morena subrayó que hoy, después de años de luchar por vivir en una sociedad más justa, la situación empieza a cambiar, aunque aún vivimos en un país en donde la impunidad es rampante, aseveró.
Monreal Ávila señaló que el régimen pasado utilizaba el marco legal a su antojo para perseguir detractores e impedir el avance de la democracia. Por ello, puedo asegurar que, ante la falta de un gobierno cuyo objetivo sea el bien común, la regencia de las leyes es superior a la de los hombres.
Recordó que Benito Juárez fue, sin duda, uno de los grandes defensores de la soberanía nacional y de las leyes que la resguardan.
Y agrego: También él señaló que los grandes cambios —por complicado que resultara— debían generarse a través de la legalidad y no haciendo uso de otro mecanismo, “nada por la fuerza, todo por la razón y por el derecho”, principios que el actual presidente Andrés Manuel López Obrador ha seguido a cabalidad.
Ricardo Monreal hizo hincapié en que las ideas de Juárez fueron valiosas en su contexto original, el de una guerra intestina interminable, pero también en la actualidad, cuando las leyes han sido utilizadas de manera incorrecta, lo que dio lugar a un debate más vigente que nunca: la distinción entre legalidad y justicia.