Mitos conservadores
Durante seis años, los contrincantes de la 4T aseguraron que quienes sostenían el movimiento dentro y fuera del gobierno, y el partido eran ignorantes, iletrados, sin capacitación académica. Incluso llegaron a afirmar que tenían la primaria trunca, las designaciones de los funcionarios del equipo tanto de Claudia Sheinbaum como de Rocío Nahle, muestran que la capacidad académica supera a las de la mayoría de los críticos incluso de sus antecesores de éste y anteriores periodos.
Hubo medios que informaban que según sus propias encuestas, como si supieran elaborarlas, definían a los simpatizantes de Morena como pobres e ignorantes.
La manera de forzar la división del país dictó paradigmas falsos, propio de los conservadores, quienes se basan en la superioridad con cualquier pretexto, ya sea el dinero, el automóvil, las joyas, el precio de la ropa, etc.
Por otro lado, los progresistas en este mismo lapso se prepararon, mientras en la derecha sólo lamían sus heridas y esperaban las próximas elecciones para ver si ocurría el milagro. No ocurrió, la herida ahora es de muerte. Aunque sus conocimientos no datan de hace seis años, se prepararon por años, su conocimiento y sabiduría, los llevaron a apoyar ese proyecto.
Pero ahora lo que ellos calculaban subjetivamente se convirtió en insulto, algo tienen que decir del contrincante para justificar su derrota. La falta de instrucción académica recayó en otros. Porque si hay alguien que no entiende la realidad son ellos, así lo muestran los resultados electorales, lo cual cuestiona no sólo su instrucción académica sino sus fuentes de información.
Si la oposición todavía sigue culpando de trampas a los vencedores en las urnas quiere decir que no tienen conciencia de sus errores. Lo cual demuestra una inmadurez de conducta que también habla mal de la formación dentro del núcleo familiar.
La ignorancia fue inducida por los regímenes que la actual oposición defiende y en lugar de culpar a otros de lo que ellos adolecen, señalan de ignorancia quienes no entienden nada. Para ellos tener la razón es estar con ellos, como dueños de la realidad y de la historia, ahora el desengaño implica frustración y odio irracional
Encuestas serias sobre la votación y el origen de sus simpatizantes, dan cuenta de una proporción prácticamente similar entre el grado académico de quienes votan por el partido en el poder y quienes lo hacen por la oposición. Dividir el país entre ricos y pobres no es ninguna novedad, ni sorprende a nadie. De lo que se trata es de aminorar las diferencias, las desigualdades que originalmente es la responsabilidad de todo estado que se digne de serlo, sin importar su ideología.
Acortar la desigualdad luego de años de privilegios cargados de un solo lado de la sociedad, les significa a algunos el camino hacia el comunismo. No sólo es falta de instrucción académica y lectura sino sensibilidad social y compromiso nacionalista, de los cuales adolecen sus líderes de manera evidente.
La irresponsabilidad de algunos comunicadores que vivieron de engañar a la población, de ofrecer cálculos personajes como verdad absoluta, basaban sus percepciones de la realidad en sondeos simples, según confesión de parte, en preguntas a la gente de la calle, a taxistas, vendedores ambulantes, estudiantes, sin ningún método que pudiera colocar rigor de por medio, simples ocurrencias de quienes vivieron de ocurrencias.
La ignorancia ya no debe ser una característica de los mexicanos, menos aún un insulto. En lo que debemos coincidir es que beneficia la conciencia social y estanca cualquier avance de la democracia.
