Misterio de Caso del Obispo Rangel
* Huele a Venganza ¿De quién?
* Ha sido constante critico de 4T
El obispo, Salvador Rangel, de Chilpancingo, se ha distinguido por colocar el dedo en llaga de la Delincuencia organizada en el estado de Guerrero, desde que se inició el sexenio que está por salir, siempre temerario, claro y preciso, ha divulgado los encartes entre los grupos que abundan en la entidad.
Desaparecido por 48 horas, el Obispo emérito de Chilpancingo, apareció con signos de violencia en un hospital del centro de Cuernavaca. El titular de la Comisión Estatal de Seguridad de Morelos, José Ortiz Guarneros, negó que la desaparición, se haya tratado de un secuestro exprés.
Afirmó que el clérigo estuvo en el motel Real Ocotepec, adonde ingresó junto un hombre que más tarde se retiró del lugar. Parece una declaración tendenciosa, dirigida a confundir y atacar al purpurado.
Su participación pública estuvo encaminada a buscar la paz: ha criticado al gobierno y a las autoridades locales por su poca actuación en contra de criminales. En varias veces dijo que se reunió con elementos de grupos criminales buscando la paz.
Sus denuncias, en casi todo el sexenio actual, han sido arrastradas por el viento de la carencia de interés oficial que, lastimosamente ha exhibido una cohabitación, alimentando la duda de una vergonzosa complicidad.
El prelado, de 78 años de edad, quien padece hipertensión arterial, tiene un marcapasos y enfrenta secuelas por el Covid-19 que tuvo en 2020, fue secuestrado cerca de su casa en Jiutepec, Morelos, la tarde del pasado sábado, se lee en la abundante información.
El abogado informó que el jerarca católico estaba incomunicado porque salió de forma apresurada de un domicilio en el municipio de Jiutepec, cercano a Cuernavaca, y dejó su teléfono móvil conectado para cargarse.
Una pista importante para investigar, ése error de los secuestradores vale oro macizo que muestra a toda una estupidez de los captores y se antoja que son poca monta delincuencial.
Fue sorprendido y sometido por “sujetos” cuando salía de ese domicilio en Jiutepec, lo subieron a un automóvil en secuestro exprés, cuya desaparición fue alertada por la Conferencia del Episcopado Mexicano.
Debemos recordar que hace pocos días que los obispos se lanzaron en críticas al gobierno actual y Salvador Rangel, no ha sido la excepción, se dirigido con claridad contra los errores del presidente, como lo hacen otros prelados del mismo nivel.
El purpurado Salvador Rangel Mendoza dijo que, cuando el cultivo de la amapola ya no es negocio, los grupos delincuencia se pelean el control del territorio en los lugares turísticos, por la venta de drogas y prostitución; así donde hay minas, para cobrar cuotas.
También declaró que la violencia en Acapulco y Chilpancingo: “Yo creo que el Presidente y las instituciones entraron con mucha bondad, con mano suavecita. No actúan con mano fuerte, entonces se están aprovechando los grupos delincuenciales y están haciendo de las suyas”, publicado en el diario El Sur.