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LO VOLVIO A HACER

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LO VOLVIO A HACER
Por: Vladimir Galeana Solórzano

Sin lugar a dudas Andres Manuel Lopez Obrador camina en sentido contrario al sentido común, y eso le ha acarreado diversos llamados de atención desde los espacios de la opinión pública, porque hasta hora si algo podemos decir es que el crimen organizado ha estado invadiendo y acotando los espacios propios del ejercicio del poder. Bien dicen por ahí, que no hagas cosas buenas que parezcan malas, pero a él le importa poco lo que pensemos los mexicanos.

No pretendo señalar que el Presidente de la Republica sea parte de la delincuencia organizada, pero el mismo hace todo lo que tenga que hacer con tal de que los mexicanos de todas las latitudes tengan esa percepción de cercanía y quizá hasta de cohabitación con los grandes carteles de la droga en este país. Pero eso poco le importa, porque está acostumbrado a hacer lo que le venga en gana.

Sus constantes visitas a Badiraguato, la tierra de Joaquin Guzmán Loera, y donde hasta ahora presuntamente se encuentra el nunca identificado Ismael Mario Zambada García, a quien se conoce y reconoce como “El Mayo Zambada”, a quien se ha señalado como el verdadero líder del Cartel de Sinaloa, siempre dará pie para las constantes conjeturas de que está más cerca de la delincuencia que de los mexicanos.

Yo entiendo que le pueda gustar la región, o que quizá tenga unas enormes ganas de poner esa región en el conocimiento de las empresas turísticas que bien pudieran otorgarle a Badiraguato una enorme fama internacional, y quizá también que deje de ser el santuario del mayor cartel de las drogas en este país, para convertirse en un lugar visitado por aquellos a que les gustaría conocer de primera mano la leyenda del Chapo Guzmán.

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Pero también estoy seguro que con una estrategia bien diseñada el lugar y la región podría adquirir fama mundial, porque muchos querrían visitar Badiraguato para saber que se siente estar en la tierra no tan solo de Joaquin Guzmán Loera, o de su hijo, sino de platicar con los lugareños para saber que se siente ser parte de esa leyenda en que se ha convertido el Mayo Zambada.

Que el Presidente de la Republica vaya cada seis meses a Badiraguato, es uno de los grandes misterios de este país. Y los más agudos dirán que a lo que va es a recibir órdenes del Mayo Zambada, y más aquellos que siempre han señalado que el señor Presidente de la Republica acude a recibir instrucciones. La fantasía y las especulaciones han convertido al lugar en un santuario, pero el misterio seguirá por mucho tiempo: ¿a que va tanto a Badiraguato el Presidente de la Republica? Ese es el misterio de los misterios. Al tiempo.


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