LEY DE TELECOMUNICACIONES Y LA SOCIEDAD

Nuevamente se discute una Ley de Telecomunicaciones, y como desde hace décadas, las inconformidades saltan por todos lados, aunque en realidad únicamente se le hace caso a los radiodifusores y algunos medios escritos importantes.
A quienes empezaron a debatir y proponer un esquema que posibilite un verdadero debate civil, se les incluye en segmentos de cinco minutos en el legislativo, pero en realidad se les ignora o margina.
Este debate de hace décadas, se plasmó en una Ley de Comunicación Social que propuso la Coalición de Izquierda (encabezada por el Partido Comunista Mexicano) en 1980, aunque antes hubo discusiones organizadas por el Centro de Comunicación Social (Cencos) y la Universidad de Guerrero, entre otras, donde sobresalieron José Álvarez Icaza, Virgilio Caballero y varios periodistas muy reconocidos.
En la del PCM participaron Fátima Fernández Christlieb, Miguel Ángel Granados Chapa, Froylán López Narváez, Gustavo Esteva, Jorge Meléndez (diputado suplente de esa organización) y otros.
Luego vino un encuentro en Oaxaca, en 2001, donde estuvieron Ernesto Villanueva, Issa Luna, Jaime Cárdenas, Granados Chapa, Jenaro Villamil, Javier Esteinou y una buena cantidad de analistas y universitarios.
Todo eso ha permitido cambios en los medios, aunque en el sexenio pasado los dominantes en televisión (Televisa y Tv Azteca), radio e impresos recibieron si bien menos dinero que el habitual en los sexenios del Prian (acrónimo que fue acuñado por Luis Sánchez Aguilar), miles de millones de pesos en publicidad y los medios estatales, más que oficiales, fueron castigados como siempre.
Ahora que se vuelve, una vez más, a discutir el asunto y vemos que se toma nuevamente en cuenta a los de siempre, pues de entrada se desecha el Artículo 109, que (se dice) podría ejercer la censura contra las redes y medios, pero no se abre el espacio a otros jugadores en serio, y lejos de ellos se disminuye el presupuesto a los que han luchado durante quinquenios por el cambio.
En Radio Educación (la centenaria), por ejemplo, se le corta el presupuesto de 85 millones de pesos en 2024 a 80 en este 2025. Resultado: Periodismo Hoy de Andrés Solís y Alexia Cervantes, con cinco años al aire, concluirá el 27 de este mes, y así como dicha serie otras de enorme importancia.
También habrá recorte presupuestarios en casi todos los medios que deberían ser estatales, aunque en realidad se portan como gubernamentales en exceso: Imer, SPR (53 por ciento menos; encabezado por Jenaro Villamil), FCE (PIT II) y Canal 22.
En las radios indígenas, comunitarias y de afrodescendientes, no obstante el Artículo 2 impulsado por Andrés Manuel López Obrador para fortalecer estas nacionalidades pluriculturales, se les desdeña y les piden estar inscritas en Hacienda, registros de todo tipo, son catalogadas como Pymes y sólo pueden acceder al uno por ciento de la propaganda oficial.
(Para una explicación amplia de este asunto ver la entrevista de Daniel Barragán y Perla Vázquez, en Sin Embargo, 15 de mayo, con Melquiades Rosas Blanco, quien aboga por los Acuerdos de San Andrés).
En fin, luego de más de cuarenta años de batallas por democratizar a los medios, pareciera que vamos como los cangrejos: para atrás (algo similar ocurre con muchos políticos hoy morenistas y antes en el PAN).
Ello no obstante que oímos repetir que ya no estamos en el neoliberalismo, sino en un régimen de justicia y apoyo para millones que están en las escalas económicas más bajas.
- Apoyar por todos los medios a los palestinos y sus tierras en Gaza y otros territorios es hoy más que nunca imprescindible.