La política paralela
El actual gobierno debe actuar en dos frentes como si gobernara dos países, en primer lugar, la realidad adversa que existe en México desde hace siglos; la segunda, la realidad fantasiosa que la oposición difunde a través de los medios que quieren ganar el gobierno por caminos muy diferentes al de las urnas.
Las fantasías surgen de todos lados muy cercanos al golpismo, al sabotaje, consideran problemas actuales algunos ya superados, o bien siguen trabajando con una mentira como si n se hubiera desmentido, en un proceso de sordos y ciegos para ver si contagian de mal a otros. La población que debe estar atenta a conocer la realidad aumenta en número de miembros y quienes se quedan a la zaga del tiempo son la oposición y los medios, cada día con menos gente.
Se trata de crear un conflicto para desestabilizar pero también de crear una realidad paralela que ellos gobiernan, la falta de medicinas, la inflación, la inseguridad, la pobreza, son parte de los conflictos de ese México que conservan como presente. Aunque sean problemas del pasado, se hayan solucionado o desmentido. Esa es la realidad de la oposición, de algunos medios tradicionales y de la poca gente que tienen cautiva, que prefiere la mentira para tener en ella argumentos para atacar la verdad. Son los que se reúnen vestidos de rosa en las calles y se dicen pacifistas pero guardan rencor y odio contra cualquiera que no piense como ellos.
En esa lucha entre el país ficción y la necesidad de solucionar problemas que nos existen el gobierno invierte tiempo, recursos humanos y económicos para aclararlos, creando, así la oposición un problema más, un gasto mayor y un distractor que impide la rápida solución de los conflictos reales. Estrategia vil para desgastar no para desestabilizar, pero le funciona a una oposición que se quedó sus argumentos y sin líderes que puedan dar la cara a la población.
Mentir no tiene costo, desmentir sí, sobre todo cuando la oposición cuenta con la tradición de medios que guardan un profundo rencor porque haberles retirado un subsidio que consideraron patrimonio o derecho vitalicio. Así de carroñera es la oposición en México y todavía tienen quién les cree fingiendo no darse cuenta de la realidad y basando en supuestos sus críticas. La ya muy manida aproximación al infierno del comunismo que remite a un temor de hace más de medio siglo, los muestra como ignorantes y desinformados, pero no lo son, sólo fingen serlo.
La campaña político-electoral de la oposición está basada en esas mentiras, éstas son el insumo principal que disfrazan de propuesta, es u bandera y su identidad. Están vacíos.
Toda tribuna con la que cuenta la oposición es usada para emitir y repetir las fantasías de un país que ellos crearon o preservaron, con problemas eternos y cuya solución ellos pueden resolver con el Seguro Popular y las Estancias de tiempo completo. Es decir, negocios que sustentan las actuales campañas de mentiras que pretenden regresar a los corruptos los privilegios que obtenían a través de estos y otros “beneficios sociales” que ellos inventaron.
El frente opositor en México no son propuestas, proyectos, iniciativas, debates sino un cúmulo de situaciones que crean una realidad paralela que exigen sea resulta a pesar de que los conflictos que la integran, no existan.
