La oposición invisible
La oposición, o lo que da de ella, le reclama a Morena dejarlos en la indefensión al ser una pequeña minoría en el Congreso. Arremeten sus líderes contra la población por no favorecer a los con el voto y se olvidan de hacer política para darse cuenta que quienes se alejaron del pueblo fueron los opositores.
Morena no margina a la oposición de la Participación o de influir en la política, fueron ellos mismos. Siempre les dieron la espalda a las necesidades de las mayorías, ahora, éstas, les dan la espalda a quienes los hicieron invisibles por décadas.
Se quejan, por ejemplo, incluso como ejemplo de autoritarismo y pretexto para llamar dictadores a los funcionarios públicos, que se les canceló el recurso de inconstitucionalidad, cuando éste debe contar, para ser válido, con, por lo menos la tercera parte de los diputados y senadores, pero no cuentan con ese número.
Aquel discurso fantasioso que adoptó la derecha sobre los apoyos de cerca de millones de personas que les
solicitaban acciones, aseguraban que les abordaban para pedirles paz social en la calle como si anduvieran a pie o en el transporte público fue desenmascarado con los resultados electorales. El optimismo vacuo de una derecha que uniforma criterios conservadores que caracteriza a los sobrevivientes de los comicios, PAN, PRI y MC, ha sido descubierto.
Una vez ocurrida la derrota electoral que los deja con menos de 20 millones de votos a los tres partidos, surge la necesidad de echar a andar una reforma al Poder Judicial, la cual fue aprobada incluso porque quienes votaron por la oposición. Los corruptos de ese poder se quedaron tan solos que debieron recurrir a los medios para existir.
Llegó el momento en que el rechazo a la reforma sólo estaría en algunos de pasquines tradicionales y la televisión abierta. El resto de las informaciones daba cuenta del avance imparable de la evolución de la justicia y su equilibrio con las leyes.
El mejor momento para debatir la reforma al Poder Judicial fue después de las elecciones y antes de la toma de posesión del nuevo gobierno. Los que se resistían a dicha reforma se quedaron sin apoyo social y con los partidos de oposición entretenidos en cómo hacer contrapeso a su falta derrota.
La oposición en su afán por acusar autoritarismo y fraude de las autoridades federales y electorales, demostró al país y al mundo las razones por las cuales había sido reducida a escombros. Trató de quejarse en organismos internaciones de supuestos abusos del partido en el poder y sólo logró mostrar las causas de su desgracia dentro y fuera de nuestras fronteras.
La oposición se vio fortalecida, como nunca antes en la historia del país, con los plurinominales, de otra manera, su representación legislativa hubiera quedado reducida al mínimo, a pesar de eso se les toma en cuenta para que tengas espacios en la tribuna de los representantes legítimos, se exceden no sólo de tiempo sino de atribuciones y son tolerados, son escuchados y atendidos. En este escenario, alzan la voz para decir que son víctimas del autoritarismo y que el país vivir en una dictadura.
El futuro de los partidos de oposición se ve negro, las simpatías que tiene al Presidenta mantiene los porcentajes de su antecesor, al mismo tiempo que la oposición se desgasta a sí misma insistiendo sobre la modificación de posturas que son hechos consumados como la reforma al Poder Judicial. Ley que pareciera haberles causado la muerte, porque se apoyaban en jueces para hacer valer sus amparos, demandas, denuncias, y hasta extorsiones contra las disposiciones del gobierno.
Así, la oposición no prevé crecer en el futuro inmediato, las elecciones del próximo año mostrarán todavía mayor pobreza representativa a pesar de que se anuncia de la incorporación de MC. La oposición no está derrotada, simplemente no existe.