Leyendo ahora
LA CODICIA ES BUENA

LA CODICIA ES BUENA

Cuando las caminos enloquecen

*Si no vas a hacerlo, no lo digas; si no vas a cumplirlo, no lo prometas; y si no vas a querer, no ilusiones. Así de simple. Camelot

 

“No hay nada malo en cuanto a la codicia. Yo quiero que ustedes sepan esto. Yo creo que la codicia es sana. Se puede ser codicioso y aun así estar bien con uno mismo”, estas palabras se le atribuyen a dos bolsistas, uno de ellos la dijo en vivo el 18 de mayo de 1986, en la Escuela de Negocios de la UC Berkeley, la otra versión es que la dijo Gordon Gekko, el bolsista de la película ‘Wall Street’, la que filmó Oliver Stone, protagonizada por Michael Douglas y Charlie Sheen. Michael ganó el Oscar de la Academia. La película tiene una secuela: Wall Street: El dinero nunca duerme. Los bolsistas de Wall Street son como los mafiosos de antaño, los de Chicago, solo que estos no llevan pistolas ni ametralladoras, llevan las chequeras y el dinero que vuela a través de las computadoras. Con solo apretar un botón, usted está comprando, si tiene pasta, acciones de quien se deje. Capone solía decir: “Puedes conseguir más con una palabra amable y una pistola que con solo una palabra amable”. Era la época de la prohibición, cuando el licor andaba a escondidas, cuando se sembraban muertes y asesinatos por meterse un trago. Capone: “Cuando vendo licor, se llama piratería, y cuando mis clientes se sirven en Lake Shore Drive, se llama hospitalidad”, esa era la diferencia. La Mafia jugó papel importante en los tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Había una gran bodega en los muelles neoyorkinos desde donde se despachaban todos los alimentos y medicinas para los soldados americanos. El robo hormiga los traía por la calle de la amargura. Peor que a Zarrabal. Detenido Lucky Luciano, cuya frase lo apuntaba: “Es demasiado tarde para ser bueno”, a la cárcel llegó gente del FBI a pedirle ayuda. En menos que Amadeo metió al bote a Sarita, Luciano llamó a su gente y los dotó de buenos bates de béisbol. Llegaron tumbando caña a ese muelle, rompieron algunas piernas y cabezas y, como por arte de magia, los robos se esfumaron. Así se manejaban esos asuntos. Bien lo decía Capone: “En cualquier negociación lo importante es no ser el muerto”.


© 2024 Grupo Transmedia La Chispa. Todos los derechos reservados

Subir