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La Carta

La Carta

Por: Francisco Reséndiz

En Palacio Nacional hay preocupación. En las últimas semanas han surgido una serie de escándalos en torno a algunos de los principales cuadros políticos del morenismo que -me dicen fuentes de primer nivel- han generado molestia en la casa presidencial y obligado a dar respuestas para contener un sentimiento de decepción social.

Había ya -me comentan- focos de alerta sobre diversos cuadros del movimiento por lo que la presidenta Claudia Sheinbaum decidió emitir en mayo pasado una carta a su partido con dos objetivos: ratificar una “sana distancia” de Morena y ratificar el corazón del lopezobradorismo en el comportamiento de sus cuadros en la función pública.

Se trató de un decálogo, que se convirtió en noticia de primera plana, y en el que la Presidenta hacía a Morena una serie de “modestas sugerencias” para tener sólido su compromiso con el pueblo, dejar claro que se ejerce el poder con humildad y que no son lo mismo que los gobernantes del pasado.

Pero no le han ayudado mucho sus aliados, principalmente desde la Cámara de Diputados y el Senado de la República y un poco la actuación de algunos y algunas gobernadoras que tienen a sus gestiones hundidas en el desastre operativo o que han debilitado la unidad del movimiento lopezobradorista.

Los excesos, los lujos, la relación con personajes oscuros o el ataque inclemente, con el uso de las propias instituciones, contra ciudadanos que los critican han sido solo algunas de las banderas rojas que se han disparado en Palacio y la falta de resultados en gobiernos estatales que refuercen la labor del gobierno federal son temas que preocupan.

El decálogo que lanzó hace dos meses la Presidenta a su partido se resume así:

Unidad sí y no al sectarismo; conducirse con honestidad, humildad y sencillez. “La parafernalia del poder es del pasado de corrupción y privilegios, no de Morena. No caigamos nunca en la frivolidad, en el consumismo y la ambición por el poder y el dinero”.

“No es de nuestro Movimiento viajar en aviones o helicópteros privados, o tener como anhelo portar ropa de marca, o tratar mal a las personas, o andar con guardaespaldas y un séquito de camionetas para ir de un lado a otro, o comer en restaurantes caros. Morena es humildad”.

Las y los legisladores no deben andar en congresos internacionales, usando recursos públicos para viajar al extranjero a hacer turismo político. Solo se justifica en una situación especial para una tarea indispensable.

Nuestro deber es estar con la gente, en el territorio, dice el punto 3 de esa carta d la Presidenta a Morena.

Y agrega: Que nunca se permita el amiguismo, el influyentismo y nepotismo. No a un partido de Estado; mantener fuerte y sólido el instituto de formación política, que consolide el humanismo mexicano como nuestro pensamiento y que continúe con la revolución de las conciencias.

Recordó en el punto 7 que Morena es Partido y Movimiento. “La movilización social para defender los derechos del pueblo de México y la consolidación de nuestro pensamiento debe seguir siendo nuestra fortaleza” y en el 8 que los gobiernos emanados de Morena deben garantizar la austeridad republicana y la cercanía con el pueblo y el principio de por el bien de todas y todos primero los pobres.

El punto 9 subraya que “No puede haber colusión con la delincuencia, ni organizada ni de cuello blanco y en el 10 llama a garantizar que los candidatos y candidatas de Morena sean decididos por el pueblo a través de las encuestas. “Esta ha sido una de nuestras grandes fortalezas”, estableció.

A dos meses, parece que cada uno de esas modestas sugerencias de la Presidenta tiene destinatario firme. La carta comienza a revivir… y fuerte.

RADAR

FOCO ROJO Una potencial tragedia se comenzó a gestar cuando la empresa CREAMEDIC, vinculada a Grupo CIE -empresa cuyo giro principal son los espectáculos y el entretenimiento- presentó en junio del 2024 a funcionarios federales de Salud un proyecto para construir y poner en operación una clínica de hemodiálisis en la Ciudad de Aguascalientes, me advierten.

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Lo anterior, nos dicen, utilizando la experiencia obtenida durante la pandemia cuando instalaron centros de atención para pacientes con COVID-19 con estructuras móviles y prefabricadas en varios estados del país. Bajo el argumento de generar ahorros, han justificado este modelo que en realidad es más costoso, riesgoso y menos duradero.

Durante la pandemia, Grupo CIE recibió contratos por más de 1,682 millones de pesos para montar unidades médicas temporales. Todos fueron adjudicados directamente, sin licitación abierta, y muchos fueron criticados por su calidad y costos. Nos hacen ver que ahora, CREAMEDIC busca repetir ese esquema en el ámbito de la atención de hemodiálisis, sin la infraestructura ni la experiencia necesaria.

La empresa CREAMEDIC justificó la viabilidad de su proyecto en Aguascalientes para atender principalmente a pacientes de las clínicas subrogadas, utilizando como referencia un supuesto precio de atención de $2,806.18, cuando en realidad -nos aseguran- el precio que se tiene contratado es de $1,980.00 por sesión. Se está inflando el precio más de un 40%.

En las instituciones federales de Salud deben revisar a fondo esta situación en la que -nos sostienen, con documentos en mano- no sólo se busca engañar al gobierno, sino que de prosperar este proyecto se pondría en riesgo la vida de pacientes en Aguascalientes.

¿CABALLO DE TROYA? Nos comentan que los conflictos de interés acechan a la regulación del transporte de carga en el país. Ello debido a que perfiles como el de Olimpia Hernández, exdirectora Jurídica de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), están tratando de ser empujados para ocupar cargos dentro de la Dirección General de Autotransporte Federal (DGAF).

Por su papel en la organización empresarial, Hernández combatió lineamientos y disposiciones para este sector de la industria, lo cual ha sucedido no solamente en los tribunales, también en la esfera pública con posicionamientos de la Canacar en los que se ha criticado, por ejemplo, “el grave problema de sobrerregulación que padece el autotransporte en el país”.

En caso de que se concretara su ingreso, se antoja previsible una labor de “Caballo de Troya” en la institución, pues lleva más de 23 años desempeñándose en la iniciativa privada, 22 de ellos en la Canacar y el resto como consultora privada. Está claro su papel desde la iniciativa privada y es legítimo, pero, ¿es moral que ahora pueda desempeñar un cargo de liderazgo dentro de un organismo como la DGAF? Claro, es pregunta.


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